Los que ya nos conocéis, sabéis la admiración que nos provoca Monaguillo, sin confusiones… la cocina del autor del blog Los Pecados del Monaguillo. Quienes conocéis a Monaguillo sabéis de su genuina y siempre amena forma de escribir y por supuesto de cocinar, si no lo conocéis os invitamos a que lo hagáis cuanto antes, seguro que su blog se convertirá en cita obligada.
Pues bien, este salmantino, un renovador nato de la cocina tradicional, comparte hoy con nosotros, para la sección Hoy Cocinas Tú, una de sus elaboraciones que, como afirma, más éxito ha tenido últimamente, no es de extrañar, se trata de una tapa tradicional que Monaguillo renovó y rebautizó como “El salto del tigre”, unos deliciosos mejillones rellenos y rebozados con cáscara comestible.
Como hay que respetar las cocinas de cada uno, transcribimos tal cual la receta que nos ha enviado Monaguillo, no indica cantidades, pero cada uno sabrá cuánto quiere comer. Leed y practicad.
Hacemos la salsa bechamel de la siguiente forma:
Pochamos chalota, pimiento verde y ajo (el aceite luego nos ayudará con la bechamel… así que como si fueseis a hacer croquetas más o menos), añadimos tomate rallado, sal y azúcar, un pelín de vino blanco o coñac y dejamos reducir.
Luego la harina y la cocinamos bien, a continuación el caldo de abrir los mejillones (bien coladito eh?? Los abrí con un poco de sake) y vamos removiendo (cuidado con ese caldo que suele salir salado), luego añadimos leche y ligamos la bechamel hasta que quede rollo croqueta y por último añadimos los mejillones picados finitos y le damos un meneo para repartirlos (también se podrían añadir después del tomate rallado).
Tapizamos las conchas de mejillón (la parte interior) con papel film, pillamos la masa de croquetas y rellenamos el hueco, con eso nos vamos a la nevera y lo dejamos allí hasta que pille cuerpo. Después simplemente tenemos que tirar del film y nos quedará una croqueta con la forma perfecta del mejillón, fácil ¿verdad?
La sacamos, pasamos por harina, huevo y pan rallado y así hasta terminar con todas. Por último, y mientras se calienta el aceite, hacemos una tempura negra:
Agua casi helada, tinta de calamar, removemos bien y añadimos harina hasta dejar una masa semilíquida (podría hacerse con otros rebozados tipo orly)
Cuando el aceite esté caliente, pillamos un mejillón con una cucharilla de postre y lo dejamos caer a la tempura negra, se pringará sólo la parte baja, lo pillamos con la cucharilla y lo llevamos al aceite…… dejamos freír y listo, conseguimos un mejillón 100% comestible y con aspecto exterior casi igual a la receta original.
¿Se os hace la boca agua también a vosotros?, pues manos a la obra!!
Aprovechamos para agradecer la gran participación que estamos teniendo en la sección de recetas de cocina para compartir Hoy Cocinas Tú, es un verdadero placer y las puertas están abiertas para tod@s.