Nos cuenta Elisa, autora del blog Semevalaolla, que esta Tarta de leche merengada y glaseado de cereza ofrece una combinación de sabores diferente y sorprendente, a lo que podemos sumar que tiene un aspecto muy llamativo. Para quienes consideren que hacer esta tarta es complicado, la propia autora asegura que no lo es, explicando que lo que puede tener más dificultad es el glaseado, pero siguiendo sus explicaciones paso a paso se podrá hacer con éxito. Así que disfrutemos elaborando esta exquisita tarta que se suma a vuestro recetario Hoy Cocinas Tú.
Veréis que hay dos opciones para hacer esta tarta de leche merengada, puede ser con una base de galletas, o si se prefiere, con un fino bizcocho genovés. El resto de la tarta será pura cremosidad, y dicho sea de paso, una vez que la probéis podréis tomarla como referencia para hacer vuestras variantes, o incluso de primeras, si no os gusta la cereza para el glaseado, podéis utilizar otro saborizante o aromatizante (y colorante), por ejemplo, de limón, que indiscutiblemente quedará bien con la merengada. Si os animáis a poner en práctica esta receta, esperamos que nos contéis cómo os ha salido y a quién habéis sorprendido con ella.
Ingredientes
Para la mousse
- 6 hojas de gelatina
- 200 gramos de leche entera
- 1 ramita de canela
- piel de un limón
- 370 gramos de leche condensada
- 1 c/c de esencia de limón
- 1 c/c de canela molida
- 5 claras de huevo
- 600 gramos de nata semimontada.
Glaseado de cereza
- 490 gramos de azúcar
- 740 gramos de agua
- 13 gramos de pectina NH
- 180 gramos de jarabe de glucosa
- 2 gramos de ácido cítrico o zumo de limón
- 335 gramos de dextrosa (si no se tiene, sustituir por azúcar)
- colorante rojo
- 6 gotas de aroma de cereza.
Para la base
- Galletas digestive de avena.
Elaboración
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría. En un cazo, poner la leche con la cáscara de limón y el palo de canela, calentar hasta que empiece a hervir. Retirar del fuego, sacar la cáscara de limón y la canela, colar y disolver la gelatina escurrida. Añadir la leche condensada, la cucharadita de canela molida y la esencia o ralladura de limón y mezclar bien. Dejar entibiar, porque si se enfría del todo la gelatina solidificará y no se podrán incorporar bien la nata y las claras.
Montar las claras de huevo a punto de nieve y agregarlas a la mezcla de leche removiéndola con una espátula y con movimientos envolventes hasta integrarla. Batir la nata hasta que esté semimontada e incorporarla a la mezcla anterior con movimientos de la misma forma que las claras.
Poner un aro de pastelería encima de una bandeja cubierta con plástico. En este caso he utilizado uno aro de 12 cm., con lo que sale una mini tarta para dos personas. Verter la mezcla en el aro dejando 1/2 cm. sin rellenar. Poner encima la galleta, o bien, una base finita de bizcocho genovés. Tapar adecuadamente y congelar. Mejor hacerlo de un día para otro.
Glaseado
Calentar el agua a 30º C. Mezclar la pectina, la dextrosa y el azúcar. Añadir al agua sin dejar de mover. Seguir calentando hasta 40º C, añadir la glucosa y llevar a ebullición. Retirar del calor e incorporar el ácido cítrico o zumo de limón. Añadir el colorante rojo y las gotas de aroma de cereza. Revolver bien y dejar enfriar. Se conserva en nevera una semana.
Para glasear, calentar a 40º C revolviendo bien pero evitando hacer burbujas. Mejor en la Thermomix a vel. 4 o bien con batidora de mano a baja velocidad y sin mover el brazo.
Acabado y presentación
Sacar del congelador la tarta de leche merengada y pasar un soplete rápidamente alrededor del aro para desprenderlo. Poner sobre una rejilla y glasear. Decorar con unos merengues, o al gusto.
Elisa
Semevalaolla