Cocinar es mucho más que un acto de amor hacia uno mismo y hacia las personas a las que vas a alimentar, y no es necesario comprar los ingredientes y alimentos más exclusivos, ni pasar cuatro horas en la cocina para demostrarlo, basta con abrir la nevera, la despensa y el paladar mental para crear una comida reconfortante, nutritiva y sabrosa como la que nos propone Carmen Salmerón, en vuestra sección de recetas ‘Hoy Cocinas Tú‘, Judías maravilla les llama. Y como nadie mejor que ella, autora del blog Gastronomía Flamenco-Punk para transmitir qué es la cocina (y porque es su receta), os dejamos con su introducción y, esperamos, que con ganas de probar su propuesta culinaria. A nosotros nos ha convencido.
«En los momentos de zozobra, lo mejor es entrar en el laboratorio donde se gestionan los pensamientos y emociones, es decir, en la cocina, ver qué tenemos en el fondo de armario y en el fondo de la nevera también, y componer el entangarillado de un guiso inexistente hasta entonces, pero con ciertas hebras de realidad (te lo recuerda un pozo con retazos de sabiduría ubicado en algún lugar, por supuesto caprichoso, en tu mente). La ilustración de la foto es de Rébecca Dautremer.»
Ingredientes (para 5 comensales)
- 2 frascos de judías rojas hervidas
- ½ kilo de champiñones
- 1 calabacín
- 1 hoja de laurel
- 1 puñado generoso de cacahuetes fritos con miel
- 2 dientes de ajo
- 5 granos de pimienta negra recién molidos
- 2 cebolletas frescas
- 1 chorrito de vino blanco de guisar
- 1 tomate hermoso blandito para rallar
- 1 c/c de garam masala
- 1 c/c de cúrcuma
- 1 pizca de sal de mar
- c/n de caldo de haber hervido verduras.
Elaboración
En nuestra querida y cuidada perola de barro, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y cuando empiece a calentarse (justo cuando empieza a humear), le echas las cebolletas frescas picadas. Das unas vueltas, el calor bajo, y tapas la perola. Dos minutos más tarde echas los champiñones bien lavados y partidos en trozos homogéneos, no laminados.
Los cacahuetes fritos con miel los majas en un almirez (ya sabes, los mejores son los de bronce), o si no tienes un almirez y tienes picadora, no te queda otra que entregarlos a la picadora y que sea lo que el aparato quiera. Los incorporas a la perola cuando veas que las cebolletas inician un proceso de pretender hacerse invisibles (es un proceso bellísimo). Das unas vueltas y echas el calabacín partido en cuadrados hermosos.
Un par de minutos más tarde, agregas los ajos muy picaditos. Remueves trabajando la paciencia y la atención, pues cuando empiezas sutilmente a oler a ajo, adjuntas el tomate rallado. El calor debe estar alto. Cuando empiece a hervir, lo bajas al mínimo para que el guiso se vaya haciendo a su amor, la única manera de que liguen bien todos los ingredientes. Esta parte del proceso requiere tiempo diferente según sea el fuego: hornilla, infernillo, placa, vitro eléctricos, cocina de gas, chasca en el campo, o chimenea francesa con leña de encina.
Cuando tu ser consciente y tu ser inconsciente coinciden en que debe estar el sofrito en la mitad del proceso (no me preguntes cuándo es eso, puesto que cada ser tiene su tempo, has de descubrir cuándo es el tuyo), viertes el chorrito de vino blanco, los granos de pimienta negra partida y la hoja de laurel. Observar cuando inicia la ebullición, y llevas el calor al mínimo. Das una vueltas y tapas.
Mientras los ingredientes se van queriendo a fuego lento, lavas concienzudamente las judías rojas cocidas. Las colocas en la perola junto al resto de ingredientes. Das varias vueltas y dejas otro par de minutos, en esta ocasión a fuego fuerte.
Cuando aprecies que quiere volver a hervir, añades el caldo de las verduras. No debes cubrir las judías (de lo contrario quedarían deslavazadas). Das unas vueltas, y al observar que pretende entrar en ebullición, echas una pizca de sal, la cucharadita de garam masala, la de cúrcuma, remueves con cautela, pones al mínimo y tapas).
Diez minutos más tarde ya tienes hecho el proceso de gestión de tus pensamientos y emociones, transformados en un riquísimo plato, ¡y además saludable! Pruébalo y si consideras, puedes corregir de sal.
Acabado y presentación
Sirve las ‘Judías Maravilla’ en un plato bonito, y tienes un primero de sobresaliente en apenas 20 0 30 minutos.
Carmen Salmerón
Gastronomía Flamenco-Punk
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria