Hoy Cocinas Tú: Crujientes albóndigas de pollo rellenas de queso

Como aperitivo o como plato principal, estas crujientes albóndigas de pollo rellenas de queso tienen que ser un festival para el paladar, y estamos seguros de que igual que a nosotros, os apetecerá prepararlas muy pronto, ¿o esperaréis a que llegue el fin de semana? En cualquier caso, ya podéis tomar nota de la receta paso a paso, pues la ha compartido con nosotros Miquel, para vuestra sección ‘Hoy Cocinas Tú‘. Bajo estas líneas veréis que los ingredientes necesarios son muy básicos, por lo que es posible que los tengáis todos para preparar la receta en cualquier momento.

Aunque el autor del blog Les Receptes del Miquel hace estas albóndigas crujientes con pechuga de pollo, si lo que tenéis son muslos o contramuslos, también los podéis utilizar, de hecho, quedarán más jugosas, sólo tenéis que deshuesar y picar la carne en cualquier procesador de alimentos. El relleno de estas albóndigas es de queso gouda, una delicia, y para hacer el rebozado, pues lo básico, harina, huevo y pan rallado, que puede ser el normal o panko. Poco más hay que añadir para presentar esta receta de albóndigas rellenas y crujientes, sólo pregúntaos, ¿os apetecen?

Ingredientes (para 15 unidades)

Para las albóndigas de pollo
  • 550-600 gramos de pechuga de pollo ecológica picada
  • sal
  • pimienta al gusto.

Para el relleno
  • 150 gramos de queso Gouda
  • 1 yema de huevo
  • 30 gramos de mantequilla pomada
  • 3 dientes de ajo
  • 2 c/s de perejil fresco picado
  • sal
  • pimienta al gusto.

Para el rebozado y fritura
  • c/n de harina
  • 1 huevo G
  • c/n de panko
  • aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Empezamos preparando las albóndigas, salpimentamos la carne picada al gusto, opcionalmente añadimos la clara un poco batida del huevo que luego hay que usar en el relleno y así compacta mejor, mezclamos bien la carne, tapamos con film transparente y reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.

Para hacer el relleno, rallamos el queso Gouda y lo mezclamos con el ajo y el perejil machacados previamente en el mortero, la yema de huevo y la mantequilla en pomada. Mezclamos todo con las manos, hacemos un rulo y extendemos la mezcla sobre film transparente, lo enrollamos formando un cilindro y cerrándolo bien por los extremos ejerciendo una suave presión para compactar la mezcla.

Guardamos la mezcla en la nevera entre media hora y una hora. Una vez esté frío el relleno, con la ayuda de una cucharada de postre cogemos porciones y la boleamos levemente entre las manos, reservamos todas las bolas.

Sacamos la carne de pollo de la nevera y nos humedecemos ligeramente las manos para evitar que se nos pegue la carne, cogemos porciones con la ayuda de una cuchara sopera y las ponemos en la palma de la mano, con el dorso de la cuchara aplastamos para que quede como una hamburguesa, ponemos una bola del relleno de queso en el centro y tapamos con la carne que la rodea formando una bola perfectamente sellada. Procedemos de la misma manera con el resto de la carne y del relleno, hasta terminarlo.

A continuación pasamos las albóndigas por la harina, después las pasamos por huevo batido y por último las cubrimos de panko o pan rallado, aprovechando para darles una forma lo más perfecta posible. Reservamos las albóndigas en un plato amplio y las dejamos reposar media hora en la nevera, consiguiendo de esta manera que el empanado se seque un poco antes de pasar a freírlas.

Ponemos abundante aceite de oliva a calentar en una sartén honda o cazo alto y freímos las albóndigas por todas sus caras, volteándolas con frecuencia para que se frían uniformemente.

Acabado y presentación

Servimos las albóndigas de pollo acompañándolas de una ensalada verde o de la verdura favorita. También se pueden tomar como aperitivo.

Miquel
Les Receptes del Miquel

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

Artículos relacionados