Si hace unos días recordábamos las galletas de Inca tradicionales de Mallorca, hoy gracias a Manu tenemos una alternativa igual de sabrosa, pues comparte en vuestra sección Hoy Cocinas Tú la receta de Crespillos, unas galletas saladas con pimentón que son típicas de Murcia.
El autor del blog Cocinando con Manu Catman nos cuenta que son originarias de Lorca, pero se elaboran en muchas otras localidades murcianas, como Totana o Águilas. Nacieron como aprovechamiento de los restos de masa de la elaboración de pan. Como veréis a continuación, son muy fáciles de hacer, y ya podéis imaginar, son unas galletas saladas o tostaditas con las que sabes cuándo empezar a comer, pero no cuándo parar.
Ingredientes
- 100 ml. de agua
- 100 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 300 gramos de harina de fuerza
- 1 c/c de sal
- 1 y 1/2 c/c de pimentón de la Vera
- 1 c/c de levadura.
Elaboración
Para preparar la masa a mano, pon todos los ingredientes en un bol amplio, mézclalos y amasa hasta unir todos los ingredientes y poder trabajar con la masa. Si la haces con Thermomix, pon todos los ingredientes en el vaso y programamos 15 segundos, velocidad 6. A continuación volcar sobre papel de hornear, es una masa tipo «crumble», arenosa, pero no te preocupes es normal. Para romper esa textura terrosa recoge la masa hacia el centro con las manos ayudándote del papel.
Después extiéndela con un rodillo hasta dejarla finita y del tamaño aproximado de la bandeja de horno. Es una masa que no se pega, se trabaja fenomenal, ya verás te va a sorprender. Una vez estirada la cortamos con la ayuda de un cortador para darles forma o incluso con un cuchillo muy afilado, de esta forma quedarán menos homogéneas pero igual de buenas y con el mismo encanto.
Justo antes de hornear espolvorea con sal gruesa y un poco de pimentón. Hornea los crespillos en el horno precalentado a 200ºC durante 20-30 minutos, hasta que los veas tostados.
En cuanto salgan del horno, pon los crespillos a enfriar sobre una rejilla para que no se humedezcan y queden blandos. Quedarán más crujientes cuando estén fríos. Para conservarlos, ponlos en un tupper hermético o una caja de lata y aguantarán perfectamente. Acompáñalos de algún tipo de paté o queso de untar y ¡disfrútalos!
Manu
Cocinando con Manu Catman