Si una vez finalizadas las vacaciones vais a retomar la costumbre de hacer bizcochos caseros para algunos desayunos o meriendas, podéis tomar nota de la nueva receta que comparten en vuestra sección ‘Hoy Cocinas Tú‘ Ana y Blanca, es un bizcocho de lavanda que, como veréis a continuación, es muy fácil de hacer. Así que aunque no hayáis hecho un bizcocho en vuestra vida, podéis tomar nota de la elaboración paso a paso y poner la receta en práctica.
Y no dudéis en hacer vuestra versión de la receta del bizcocho de lavanda de las autoras del blog Juego de Sabores, pues además de con estas flores aromáticas, podéis perfumar vuestro bizcocho con otras flores comestibles o con especias. El bizcocho de lavanda se termina con un glaseado de limón, una propuesta que nos encanta, aunque se deba abusar un poco más del consumo de azúcar. Si no lo habéis probado nunca, tenéis delante vuestro la excusa perfecta.
Ingredientes
- 3 huevos
- 160 gramos de azúcar
- 70 gramos de aceite de oliva suave
- 100 ml de leche
- 225 gramos de harina de repostería
- 1 sobre de levadura en polvo
- ralladura de una naranja
- 3 flores de lavanda comestibles
- mantequilla o spray para untar el molde.
Glaseado
- 200 gramos de azúcar glas
- 2 cucharadas de zumo de limón colado
- agua.
Elaboración
Precalentar el horno a 180º C. Lavar las flores de lavanda. Para poderlas triturar deben estar bien secas. Una vez trituradas, tamízalas en un colador para evitar encontrar trozos de flor en el bizcocho.
Batir con unas varillas los huevos y el azúcar hasta que estén bien espumosos, añadir el aceite a hilo y seguir batiendo. Agregar la leche, las flores trituradas y la ralladura de la naranja y mezclar bien. Por último, incorporar la harina previamente tamizada con la levadura y continuar removiendo hasta conseguir una masa esponjosa.
Poner la masa en un molde untado con mantequilla o spray y hornear unos 20 o 25 minutos (siempre dependiendo del horno). Comprobar si está bien cuajado pinchándolo con una brocheta. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Acabado y presentación
Mezclar el azúcar con dos cucharadas de zumo de limón para hacer el glaseado e ir añadiendo cucharaditas de agua hasta conseguir la textura deseada. No puede quedar muy espeso porque sería difícil extenderlo. Aplicar el glaseado inmediatamente para evitar que se seque en cuanto el bizcocho de lavanda esté frío.
Ana y Blanca
Juego de Sabores