Hoy Cocinas Tú: Áspic de pollo

Hace unos días os mostrábamos algunos moldes para hacer áspic, como explicábamos entonces, en los meses de verano este tipo de elaboraciones son ideales para disfrutar de un plato fresco, nutritivo y ligero, muestra de ello es la receta que comparten en vuestra sección Hoy Cocinas Tú, Helmut y María Beatriz, autores del blog Amantes de la cocina, su Áspic de pollo.

Además de ser un plato refrescante, el áspic es una buena opción para ofrecer en una comida festiva, como podéis ver en la foto, la gelatina permite ver los ingredientes que alberga, se pueden disponer de forma armoniosa, combinando colores y formas, sin duda, acaparará la atención de los comensales. El áspic que podéis elaborar siguiendo esta receta, además de pollo contiene huevo de codorniz, pimiento morrón y zanahoria. ¿Os animáis a probarlo?

Ingredientes (6 comensales)

Para el pollo y el caldo
  • 1 pechuga de pollo sin piel (nosotros preferimos cocinar un pollo entero para tener un buen caldo)
  • 1½ litro de agua
  • 1 zanahoria grande en trozos
  • 1 tallo de ajoporro (puerro) en trozos
  • 1 pimiento rojo en trozos
  • 1 tallo de apio en trozos
  • 1 manojo de cilantro fresco.

Para el áspic
  • La pechuga desmechada
  • 10 huevos de codorniz
  • encurtidos en vinagre con pepinillos, aceitunas, cebollitas, pimientos, etc.
  • 1 litro de caldo de pollo
  • 12 hojas de gelatina sin sabor (12 láminas = 20 gr., gelifican 1 litro de líquido).

Elaboración

Primero hay que preparar el pollo y el caldo. Lava y quita toda la piel, en una olla cubre con agua el pollo limpio y cocínalo junto con los trozos de zanahoria, el ajoporro (puerro), el apio, el pimiento rojo, el manojo de cilantro fresco y sal al gusto, por unos 30-40 minutos o hasta que veas que la carne se separa del hueso. Si tienes una olla a presión, cocina por 25-30 minutos.

Saca el pollo del caldo y desmecha finamente cuando todavía está caliente, ya que es mucho más fácil. Reserva en un recipiente aparte. Corta la zanahoria y el pimiento ya cocinados en el caldo, en trozos pequeños y reserva.

Pasa el caldo por un colador para que quede transparente y colócalo en una olla donde permanezca caliente, pero sin hervir. Prueba la sazón y ten en cuenta que el caldo debe quedar bastante más salado y condimentado de lo normal, ya que al enfriarlo y gelificarlo se atenúan mucho los sabores.

Para hacer el áspic, hierve los huevos de codorniz durante tres minutos. No los cocines más de ese tiempo para que te queden con un color bonito. Quita la cáscara a los huevos, córtalos por la mitad y reserva.

Remoja las láminas de gelatina en agua fría hasta que éstas se esponjen y ablanden. Retira la gelatina ablandada del agua y la introduces inmediatamente dentro del caldo de pollo caliente. Remueve con un batidor para que la gelatina se disuelva y no queden grumos. Retira del fuego.

Llega el momento más lindo de la receta, vamos a decorar el áspic. Coloca dentro de los recipientes, por ejemplo ramequines, el pollo desmechado, los encurtidos, la zanahoria, el pimiento y los huevos. Cuida de no dejar mucho espacio entre los ingredientes y que queden bien repartidos en el recipiente.

Vierte la mezcla de caldo con gelatina en los recipientes, cuidando de que penetre bien, no queden burbujas y todo esté completamente cubierto. Tapa con film transparente de cocina y deja reposar en la nevera un mínimo de 4 a 6 horas. Nosotros preferimos preparar esta receta de un día para otro.

Emplatado

Para desmoldar la gelatina, introduce los recipientes dentro de agua bien caliente, en unos segundos el áspic se despega de los bordes. Voltea y cuando el áspic de pollo salga del recipiente, lo colocas inmediatamente sobre un plato.

Helmut y María Beatriz
Amantes de la cocina

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