Las hortalizas baby, como su nombre indica, son los vegetales que no han llegado a desarrollarse completamente, resultan tiernos, delicados, algo más dulces, una textura firme y una coloración brillante. Estos brotes jóvenes pueden ser fruto de una siembra en masa con poca distancia entre los vegetales, es decir, sembrada en alta densidad y en determinadas condiciones con exceso de fertilización nitrogenada o a través de variedades modificadas genéticamente.
En cuanto a los valores nutricionales de las hortalizas baby o mini vegetales son similares a los que aportan los vegetales completos (quizá muy ligeramente superiores). Entonces, ¿se consume sólo por el placer de ofrecer u tomar algo exótico?
Podemos encontrar espinacas, lechugas, mini zanahorias, achicoria, berros, etc. En cualquier comercio bien surtido se pueden adquirir. Las mini hortalizas se introdujeron en primer lugar en los restaurantes más sofisticados de Europa, después llegaron a Estados Unidos y ya tienen su sitio en cantidad de países del mundo.
Son considerados los más exquisitos vegetales, tienen más glamour por la novedad, porque resultan exóticos y porque seducen desde la primera mirada. Nuestros platos se llenan de colores y formas sugerentes y el paladar percibe la juventud del brote con todas sus características.
La demanda de los vegetales baby está en auge, a pesar de que no hay dedicación exclusiva a su producción en muchos países, como siempre, es difícil apostar por la novedad a pesar de que se paguen más caros que los vegetales tradicionales. Según la FAO, el consumo de hortalizas ha crecido una media del 3,5% a nivel mundial, tanto por los valores nutricionales que parece (en algunos casos) que preocupan a la población y porque el poder adquisitivo de los países desarrollados motiva al consumo de productos selectos, entre ellos los vegetales baby.
Países como Colombia o Argentina quieren fomentar este cultivo pensando en favorecer económicamente a los agricultores, pero primero deben valorar los mercados y su comercialización. Afirman que la producción puede ser muy fructífera siempre que la zona de cultivo sea apta, pues la siembra en masa y el corto periodo de postcosecha pueden dar grandes producciones.
De momento, lo que en un principio se podía saborear en los restaurantes de alto nivel, ya se encuentra en los frigoríficos de los supermercados para llegar a todos los hogares. El selecto paladar de los consumidores nunca será totalmente saciado. De momento contamos con unos 50 tipos de minihortalizas, fueron los tomates cherry uno de los precursores, pero como todavía es un mercado nuevo, no sabemos hasta dónde va a llegar.