Aunque en España tenemos muy buenos cítricos no debemos olvidar que es originario de Asia y allí disponen de muchas más variedades, algunas apreciadas por su zumo, otras por su piel debido a que es muy aromática pero apenas contiene zumo, y también son muy utilizadas las hojas, por ejemplo las de la lima kaffir (Citrus Hystrix). Sobre este cítrico os hablamos hace unos años, podéis recordarlo aquí.
Os comentábamos que es como una lima, pequeña, de color verde intenso, pero con una piel irregular, como con protuberancias, y un sabor y aroma muy intensos. Del fruto de la lima kaffir se utiliza la piel, pues casi no tiene zumo, y las hojas también son muy apreciadas en la cocina tailandesa y del sudeste asiático.
Obviamente las hojas frescas son las mejores para cocinar, pero no son fáciles de encontrar, por ello lo más habitual, si no se está en zona de cultivo de este arbolito, es que se compren congeladas o secas, en ambos casos conservan bastante bien sus cualidades. Los principales usos de las hojas de lima kaffir son los currys y las sopas tailandesas, en la cocción de arroces aromáticos, para marinar carnes o pescados, para hacer salsas como la teriyaki o el sambal…
A veces nos encontramos con que queremos comprar un producto importado en una tienda especializada, pero se comercializa en envases grandes, en muchos casos porque están dirigidos al sector profesional. Pero en el caso de las hojas de lima kaffir secas ahora es fácil encontrarlas en tarros pequeños para uso doméstico, que no falte en los currys.
Además hay distintas opciones, y está bien para probarlas por primera vez poder comprar un tarro con 1 gramo de hojas de lima kaffir, aunque sea poco peso es suficiente para hacer varios guisos, estas hojas secas cunden mucho. Por esto mismo puede ser rentable el precio que tienen, pues el tarro de un gramo ronda los 3 euros, podéis encontrarlo aquí.
Si os animáis a incluir este ingrediente aromático en vuestra cocina, os gustará saber que también podéis incorporarlo en nuestros guisos tradicionales de pescado, carnes blancas y en cualquiera en el que se quiera aportar un toque cítrico, algo amargo y dulzón. Además podemos moler las hojas secas de lima kaffir para obtener polvo con el que condimentar todo tipo de platos, incluso para los postres.