Las pastas de té escocesas (shortbread) tienen una larga, larga historia, ¿sabíais que se cree que se remonta a la Escocia del siglo XII? En aquel entonces eran consideradas un lujo reservado para ocasiones especiales, sus ingredientes principales, como la mantequilla y el azúcar, eran relativamente caros. El tercer ingrediente clave de este dulce es la harina y el resultado es una galleta con una textura crujiente y mantecosa que se desmenuza en la boca.
Con el tiempo evolucionaron las técnicas culinarias, mejoró la calidad de los ingredientes y se introdujeron algunos nuevos, y poco a poco las conocidas galletas de té se extendieron y se refinaron especialmente en Reino Unido durante los siglos XVII y XVIII. Un ingrediente que ha sido y es clave en este tipo de pastas es la mantequilla, que se volvió más accesible y se empezó a utilizar en mayor cantidad, algo que contribuyó a mejorar la textura y el sabor característico de estas galletas.
En la evolución de las galletas de té también se fueron simplificando las recetas, se eliminaron levaduras y otros ingredientes, la elaboración se centró principalmente en la fórmula, la combinación y proporción de la harina, la mantequilla y el azúcar. No fue hasta el siglo XIX cuando las pastas de té se hicieron muy populares en todo el Reino Unido especialmente entre la clase alta, sirviéndose tradicionalmente en las denominadas ‘Mesas de té‘.
Hay que decir que en la popularización de los shorbreads tuvo mucho que ver la reina Victoria de Inglaterra, que fue conocida por disfrutar de estas pequeñas elaboraciones reposteras en su hora del té.
Como podemos comprobar en la actualidad, con el tiempo las pastas de té fueron adoptadas en distintos países con sus pertinentes adaptaciones, ampliándose así la gran variedad existente de este dulce repostero. La receta tradicional de shortbread se mantuvo en Escocia, mientras que en otras partes del Reino Unido y del mundo en general, surgieron variaciones donde se incluían diferentes ingredientes como chocolate, frutos y frutas secas, aromas…
Actualmente se señalan las diferencias entre el shortbread y la pasta de té: El shortbread se caracteriza por tener una textura crujiente y mantecosa, básicamente se elabora con harina, mantequilla y azúcar, y es apreciado por su sabor rico y suave. Mientras que las pastas de té son galletas más ligeras y crujientes, menos densas que el shortbread, que se suelen servir como acompañamiento del té y pueden variar en sabor y textura..
En cualquier caso, las pastas de té son reconocidas como un icono de la repostería tradicional británica y escocesa, y es que su simplicidad, su sabor rico suave y rico y su textura crujiente, las hacen irresistibles. Y aunque existen muchas variaciones modernas de estas pastas, las recetas clásicas y tradicionales siguen siendo muy populares y son apreciadas por su conexión con la historia y la tradición.
Las pastas o galletas de té, también conocidas como galletas de mantequilla, cuentan con unas características específicas, su textura suele ser quebradiza, lo que facilita que puedan deshacerse fácilmente en la boca, por lo que son ideales para disfrutar con una bebida caliente como el té o el café. Como sabéis bien, tienen un sabor rico a mantequilla y azúcar, con un toque sutil de vainilla, aunque para variar el sabor se pueden aromatizar con cáscara de limón o almendra. Suelen tener formas simples, redondas, rectangulares, rizadas… y a menudo se decoran con un ligero espolvoreado de azúcar.
Saliendo de lo tradicional, podemos encontrar una amplia variedad de pastas de té, con formas originales que las convierten en pequeñas obras de arte reposteras, con todo tipo de sabores y texturas, aunque para algunas personas, ya no se trata de pastas de té, sino de otro tipo de galletas, dado que no cumplen con todas las características originales.
Seguro que, como a nosotros, después de leer estas líneas os han entrado unas ganas tremendas de disfrutar de unas galletas artesanas, pues poneos el delantal porque a continuación tenéis algunas recetas de pastas de té, galletas de mantequilla y variantes que están para repetir, sea a la hora del té o a media tarde.
A continuación podéis ver algunas recetas tradicionales y otras que también son ideales para acompañar la hora del té o del café:
Receta de Shortbread
Galletas de mantequilla
Galletas de mantequilla, una receta rica y fácil que pueden hacer los niños
Galletitas de café
Galletas de almendra y amaretto
Galletas de jengibre, canela y miel de romero
Galletas de pasta de nuez