Ayer finalizó el periodo de votaciones online para designar, en Alemania, al ganador del ‘Premio a la mentira publicitaria más insolente 2012’, recordemos que a este premio optaban cinco productos que en una primera ronda fueron más votados por los consumidores, la margarina Becel pro-activ de Unilever, el té Landlust de pera y ciruela amarilla de Teekanne, un preparado de carne picada con proteínas vegetales de la marca de distribuidor Viva Vital, la cerveza sin alcohol ‘Clausthaler Classic’ de la cervecera alemana Radeberger Exportbierbrauerei, y finalmente dos variedades de infusión fabricadas por Hipp Babynahrung, frutas del bosque y melisa-manzana, (podéis conocer más detalles de cada producto en el post de la convocatoria). Pues bien, tras el escrutinio el resultado determina que Hipp Babynahrung se alza con Premio a la mentira publicitaria más insolente 2012.
En total han votado 130.000 consumidores, de ellos un 34’1% consideraron que las dos infusiones nominadas de esta marca eran las más fraudulentas. Recordemos que se trata de unos preparados destinados a los bebés de 12 meses de edad y su contenido en azúcar es realmente excesivo, siendo equivalente a dos terrones y medio de azúcar por cada 200 ml. Esto sorprende y más conociendo la trayectoria de la empresa, que incluso cuenta con una red de productores ecológicos para abastecerse de la materia prima con la que elabora productos destinados al mundo de la infancia. Hasta la fecha, Hipp Babynahrung había obtenido varios premios y reconocimientos por la calidad de su oferta, pero ahora deberá añadir a su palmarés, un premio que representa lo contrario y que posiblemente no recogerá, no es muy honroso ganar el Premio a la mentira publicitaria más insolente.
Los internautas han contado con un periodo comprendido entre el 22 de mayo y el 18 de junio para poder votar a uno de los cinco nominados, aunque el premio lo ha ganado Hipp Babynahrung, estar entre los finalistas tampoco resultará satisfactorio para el resto de marcas. En segunda posición se ha clasificado, con un 27’5% del escrutinio, el preparado cárnico de la marca de distribuidor Vival Vita. Recordemos que en el envase de este producto se aseguraba que contenía un 30% menos de grasas, sin embargo, la realidad es que contenía un 30% menos de carne y esta carencia se sustituía por un preparado a base de trigo y agua. A todo esto hay que añadir que en comparación con una bandeja de carne picada habitual, el precio era mayor, todo un timo para el consumidor.
Con un 22’2% de los votos se clasifica en tercer lugar la margarina Becel pro-activ de Unilever, Foodwatch apuntaba la falta de estudios científicos que descartaban efectos secundarios por la ingesta de este alimento que contribuye a disminuir el colesterol. Aunque esta cualidad está constatada por su contenido en esteroles vegetales, otros investigadores han apuntado que a largo plazo esta margarina podría incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas, la asociación alemana Foodwatch declaraba de forma irónica que quizá esta margarina debería comercializarse bajo prescripción médica.
En cuarta posición, con un 10’1% de las votaciones, se clasifica la cerveza sin alcohol Clausthaler Classic, en este caso Foodwatch denunciaba que la cerveza debería comercializarse con la descriptiva ‘bebida de baja graduación alcohólica’, dado que contiene un 0’45% de volumen alcohólico. Finalmente, el quinto clasificado con un 6’1% de las votaciones ha sido el té Landlust de pera y ciruela amarilla de Teekanne. La asociación alemana denunciaba que aunque se anuncia como un producto ecológico, en realidad la fruta utilizada procede de la producción industrial, para complicar más el tema, en su composición no se detectaron ciruelas.
Parece que el hecho de que el producto ganador estuviera orientado a los bebés, ha sido determinante para que se alce con este premio cuya finalidad es luchar contra el fraude de las etiquetas alimentarias. Con este tipo de campañas, la asociación alemana que vela por el derecho de los consumidores, pretende que los fabricantes sean más responsables y dejen de utilizar publicidad alimentaria descaradamente falsa. Como en las ediciones anteriores de los premios, la tónica habitual es que ningún representante de la marca acuda a recoger el «preciado galardón», no tardaremos mucho en conocer la reacción de Hipp Babynahrung al ser la ganadora del Premio a la mentira publicitaria más insolente 2012. A través de este enlace a Foodwatch podréis conocer más detalles sobre la clasificación.