Se produce una hiperhidratación cuando se consume más agua de la que nuestro organismo puede eliminar, sería el efecto contrario a la deshidratación, una pérdida excesiva de agua y sales minerales que no se repone con el consumo de líquidos. Hace algo más de un año hablábamos de la potomanía, una conducta obsesiva de algunas personas que pretendían reducir su peso corporal realizando una ingesta excesiva de agua, a fin de provocar un efecto saciante en su dieta habitual y no comer. Se bebe mucha agua sin tener sed y este comportamiento termina convirtiéndose en una verdadera adicción al agua.
De la potomanía a la hiperhidratación hay sólo un paso, en el primer caso, al beber agua en exceso se produce un sobre esfuerzo de los riñones, estos deben filtrar hasta tres veces la cantidad de líquidos que los especialistas recomiendan que consumamos, unos dos litros de agua. En consecuencia, minerales tan importantes para el organismo como pueden ser el potasio o el sodio, se diluyen rápidamente en el plasma sanguíneo y sus primeras consecuencias son la aparición de calambres, a mayor cantidad de agua ingerida continuamente, mayores riesgos aparecen, pudiéndose producir una hiperhidratación o intoxicación por consumo de agua.
Según leemos en Wikipedia, una persona que no tenga problemas de corazón, que sus riñones funcionen perfectamente y que su glándula pituitaria no presente ninguna alteración, podría beber hasta 7’5 litros de agua al día o lo que es igual 1’5 litros de agua por hora, sin embargo, hay que destacar que esta conducta se podría considerar, dependiendo del caso y la situación, de potomanía si tenemos en cuenta las recomendaciones que realizan los especialistas sobre lo qué es una hidratación saludable.
El agua es uno de los componentes más abundantes de nuestro organismo, representa más de la mitad de nuestro peso corporal y es necesario mantener ese equilibrio mediante la hidratación. Generalmente podemos tomar un total de unos dos litros y medio de líquidos que recibimos a través de los alimentos, zumos, refrescos, agua, etc, que tomamos. Sobrepasar en exceso los valores recomendables, incluso los valores que se encuentran enmarcados en el trastorno obsesivo de la potomanía, conllevaría a poder sufrir una intoxicación por ingesta de líquidos.
El exceso de agua provocaría, como hemos dicho antes, la dilución del sodio, lo que derivaría en una hiponatremia o concentración de sodio en sangre, con unos valores inferiores a 135 mmol/l (milimoles por litro), cuando la concentración en condiciones normales debería ser de 137 – 145 mmol/L. Las consecuencias de ello serían una alteración del sistema nervioso, ya que el sodio juega un papel muy importante en su buen funcionamiento. Al dejarse de producir la hormona antidiurética, hormona que se produce en respuesta a los cambios en la osmosidad sérica (valores de sodio en el plasma sanguíneo), y al ser estos inferiores a 100 mmol/l, se desencadenarían problemas como un edema cerebral, un coma o la muerte.
Toda esta explicación viene a cuento a raíz de una noticia en la que una mujer participó en un absurdo concurso para ganar una Nintendo Wii. Los participantes debían beber ocho botellas de agua de 225 ml en intervalos de pocos minutos y aguantarse todo el tiempo posible las ganas de orinar. Para la mujer las consecuencias fueron fatales, al terminar la prueba empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza y murió. El exceso de agua afectó seriamente al cerebro y a todo su sistema. Esto ocurría hace un par de años, se ha realizado el juicio y el responsable del concurso, la emisora KDND tiene que pagar una abultada indemnización, ya que se ha demostrado que la causa de la muerte fue la hiperhidratación o intoxicación por consumo de agua.
Foto | Theowl84