El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el bramante como un hilo gordo o cordel muy delgado hecho de cáñamo, aunque también se fabrica este cordel con otras materias primas como el lino, el algodón, el sisal… o con fibras sintéticas. La cuestión es que el hilo bramante es muy útil en la cocina, a pesar de que en la actualidad hay muchos accesorios que suplen este rústico conjunto de hebras, seguro que en un cajón de cualquier cocina hay una bovina de hilo bramante.
Resulta indispensable a la hora de realizar distintas preparaciones de los alimentos, tanto la elaboración de productos, por ejemplo en carnicería, para atar embutidos, como en la cocina doméstica, pues nos permite bridar aves o, atar carnes para asar, hacer paquetes de verduras, por ejemplo de col rellena y conservar su forma hasta finalizar la cocción, y podríamos poner muchos más ejemplos, incluso coser alimentos, recordad que ya hablamos de la aguja de bridar.
Aunque ahora disponemos de mallas elásticas para la carne o cordones y gomas de silicona que nos permiten atar distintos alimentos, siendo un accesorio de cocina reutilizable tras su limpieza después del uso, un elemento tan económico y versátil como el hilo de cocina va a seguir teniendo presencia en las cocinas, ocupa poco espacio, puede ser del grosor y longitud que precisemos, y es muy económico, además de fácil de encontrar en cualquier ferretería, tienda de menaje e incluso en supermercados.
Son muchas las recetas que para su correcta elaboración, demandan disponer de hilo bramante, pero además de ser útil para cocinar popietas, sujetar preparaciones albardadas o hacer paquetes como habíamos mencionado, el hilo de cocina es necesario para otros menesteres culinarios, como preparar un bouquet garni, o colgar alimentos, por ejemplo el yogur para hacer labneh o el jamón de pato, o un lomo, para curarlo.
Es de tal importancia que la cocina francesa, donde se conoce como ficelle lo que nosotros denominamos bramante, utiliza este término para describir un método para asar carnes, con la coletilla ‘à la ficelle’, de ella os hablaremos muy pronto. Y hay más utilidades, ¿recordáis cómo preparar un costillar de cordero?
Foto | Canned muffins