El segundo documental del serial Cocineros con vida de película que realizaron Hasier Etxeberría, David de Jorge y Oskar Alegría ya lo podemos ver en la web de On Egin, y es el que acompaña a este post, Hilario Arbelaitz: La mano y el fuego.
Nos ha encantado ver el documental dedicado a Hilario Arbelaitz y titulado La mano y el fuego, pues es uno de los grandes cocineros del que tenemos mucho que descubrir.
El cocinero del Restaurante Zuberoa, un caserío señorial y familiar ubicado en……. Y que empezó siendo una taberna conocida como Garbuno, basa su cocina en lo que su entorno le proporciona, los vegetales, los pescados, etc. La atención en la materia prima se presta totalmente para conservar su calidad, su color y sobre todo su sabor, en lo que se encuentra todo el placer a la hora de comer.
El concierto musical de la cocina de Hilario Arbelaitz que podemos ver en los vídeos, es fruto de uno de los más importantes detalles de los fogones, el fuego, Hilario nos explica que empezó cocinando con carbón, aprendiendo de dos excelentes cocineras, su madre y su tía, y que ha sido siempre de gran importancia para él. Afirma que el cocinero debe ser un poco artesano y a pesar de las nuevas tecnologías en los fogones, necesarias para poder dar el servicio en el restaurante, sigue siendo igual de importante cuidar el fuego.
El hermano de Hilario Arbelaitz, Joxemari, también cocinero, nos cuenta la simpática anécdota de la cocina con su madre y su tía, ellas cocinaban para el personal mientras que Hilario, él y el resto del equipo, cocinaban para los clientes, y que quien mejor comía era el personal del Zuberoa.
‘Lo nuevo vale si se supera lo que se conoce’, así ve el chef protagonista de este documental el avance de la gastronomía. De hecho, cree que la cocina vasca está hoy en día tan reconocida porque elaboran cocina de vanguardia, nuevos platos, pero siempre basados en la cocina tradicional vasca, sin ella no se podría elaborar la nueva cocina.
En la segunda parte del documental Hilario Arbelaitz: La mano y el fuego, el cocinero nos cuenta dónde descubrió más cocinas además de la que aprendió de su madre y lo mucho que hay que agradecer a la cocina francesa. Le vemos yendo a la lonja a elegir el mejor producto, confesando que las ideas que uno tiene preconcebidas para cocinar, se modifican al ver lo que los pescadores han traído.
También nos muestra cuál es su ejercicio para descargar la tensión que una cocina profesional ocasiona, y los nuevos proyectos en los que se ha introducido, como el de Oporto (Portugal), donde dirige la cocina del restaurante del Museo Serralves.
Esperamos que vosotros también disfrutéis conociendo la ‘vida real’ (de película pero cierta) de un excelente chef como es Hilario Arbelaitz.
Cocineros de Película
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