La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha publicado una infografía titulada “Hechos sobre la leche”, en la que se muestran algunos datos de interés como la producción global de leche por especies según datos del 2013, lo que ha crecido la producción de este alimento en las últimas tres décadas, los diferentes usos y procesos en los que interviene, el consumo per cápita según datos del 2011, y un resumen de lo que proporciona un vaso de leche diario a un niño de cinco años.
Unos 150 millones de personas en todo el mundo se dedican a la producción de leche, en los países en vía de desarrollo la leche es producida por pequeños ganaderos, esta producción contribuye a mejorar la nutrición, la seguridad alimentaria y el mantenimiento económico de la familia. En estos países la leche es una importante fuente de ingresos, de ahí que en las últimas décadas, en los países en vías de desarrollo se haya incrementado notablemente la participación que tienen en la producción mundial de productos lácteos, es decir, se ha multiplicado el número de animales productores.
Sin embargo, la FAO comenta que no es suficiente, en algunos países en desarrollo la productividad lechera se ve limitada por los recursos alimenticios, las enfermedades que afectan al ganado, la limitación del acceso a los mercados y los distintos servicios como, por ejemplo, los préstamos para poder emprender un negocio. La FAO explica que a diferencia de los países desarrollados, en estos países los climas cálidos o húmedos son desfavorables para la producción lechera.
En algunos países del mundo la producción lechera tiene una larga tradición, la leche y sus derivados juegan un papel importante en la dieta, en otros países el establecimiento de la producción lechera es relativamente nueva, como por ejemplo los países del sudeste asiático, donde la demanda de leche y productos lácteos es cada vez mayor y la previsión es que crezca de forma significativa durante los próximos años.
Curiosamente la FAO no hace referencia a los problemas asociados a la intensificación de la producción ganadera para el planeta, recordemos que la producción de alimentos es responsable de la liberación de un 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, apuntando principalmente a la producción de alimentos cárnicos, lácteos y sus derivados como los principales contribuyentes. De ahí que algunos estudios apunten la necesidad de introducir un impuesto del 40% en la carne de vacuno y un 20% en los productos lácteos, tema del que hablábamos aquí.
La FAO promueve la producción de leche considerando este alimento de gran valor, pero hay que recordar que también estima que a nivel mundial, la ganadería representa el 44% del metano producido por la actividad humana, siendo necesario reducir la producción de ganado. Es algo contradictorio promover la producción y consumo de leche, y por otro lado indicar que es necesario reducir el número de cabezas de ganado para reducir en la medida de lo posible la liberación de gases que contribuyen al calentamiento del planeta. Recordemos que hace un par de años el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, advertía que la producción de alimentos debía tener en cuenta el cambio climático, por tanto, promover el incremento de la producción lechera en estos países no casa con este objetivo.
Quizá sería necesario que en los países en vías de desarrollo se pusiera en marcha la producción de alternativas alimentarias más respetuosas con el medio ambiente. Según los datos de la infografía, la producción de leche en el mundo crece a un ritmo vertiginoso, por lo que también lo hace el número de cabezas de ganado, algo que en teoría es contraproducente y que no comulga con la política adoptada en los últimos años por la FAO al hablar de cambio climático y seguridad alimentaria.
Es un tema para tratar en profundidad, cierto es que la leche es un alimento importante, pero se deben buscar soluciones para reducir la liberación de gases de efecto invernadero. Una posible solución sería utilizar un tipo de alga que incluida en la alimentación del ganado, puede reducir las emisiones de metano que producen hasta en un 99%, algo que sí facilitará poder aumentar la producción sin temor al aumento de la liberación de gases de efecto invernadero.
Podéis conocer más detalles sobre la promoción que realiza la FAO de la leche, las prácticas ganaderas que recomienda, así como la promoción de la mayor producción de este alimento, a través de la página oficial de la FAO.