Antes de que empezara el verano y el consumo de frutas como la sandía o el melón estuvieran en su punto más álgido, hablábamos sobre la advertencia de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), respecto a la compra de estas frutas de verano cortadas. Pero no por cuestiones de seguridad alimentaria (de lo que sí os hemos hablado en Gastronomía y Cía), que también, pero principalmente porque han constatado que llegan melones y sandías de países como Senegal o Brasil, que si se comercializan enteros indican su auténtica procedencia, pero cuando se comercializan cortados en mitades o en cuartos, pues no, desaparece el verdadero origen y lo convierten en productos nacionales.
Podéis conocer más detalles de esta advertencia de COAG, e incluso ver alguna fotografía como ejemplo, en este post que compartimos con vosotros el pasado mes de mayo. Y respecto a la compra de sandías y melones cortados, dada la temporada en la que nos encontramos y al aumento de la demanda de esta presentación de la fruta, también vamos a recordar las precauciones que debemos tomar.
Sobre esto hablamos en el post titulado ‘Comprar sandías y melones cortados: ¿Recomendable o peligroso?’. Explicábamos lo que sucede en muchos hogares en la actualidad, prefieren comprar mitades o cuartos de las frutas de gran tamaño para evitar que se les estropeen y tener que tirarlas a la basura, y es lo correcto, hay que evitar el desperdicio alimentario. Y probablemente, pocas personas pensarán si es segura la fruta que está cortada, simplemente cubierta con film transparente, y a temperatura ambiente en el supermercado.
Pues bien, si leísteis el post sabéis que la respuesta es que comprar fruta cortada no es seguro, a pesar de que la temperatura ambiente del supermercado no es la que tenemos en casa, es más baja, pero en las fruterías tradicionales es otro cantar. Recordemos por qué la fruta cortada entraña riesgos para la salud del consumidor:
La piel y la cáscara de la fruta son un protector, así que si se desprende a sandías y melones de esta protección, se está dando paso a los microorganismos patógenos. Además de en la piel, bacterias como la E. coli, la Salmonella o la Listeria pueden estar en las manos del manipulador u operario que esté preparando las frutas, así como en la superficie en la que las coloca, e incluso en los utensilios de corte. Además, la fruta cortada debe estar en una zona refrigerada, y generalmente las sandías y melones están en la zona normal de la frutería, por lo que se favorece el crecimiento de los microorganismos.
Estamos seguros de que muchos consumidores son conscientes de todo lo mencionado, porque también se ha informado al respecto en muchos medios de comunicación, como en las noticias. Lo que nos preocupa es que hay personas que tienen en cuenta cómo deben comprar las frutas cortadas, en qué condiciones tienen que estar y demás, pero después, en casa, obvian todos los consejos y recomendaciones para evitar los riesgos de contaminación alimentaria.
Por eso, nuestro mensaje hoy es que si compráis sandías y melones cortados, además de hacerlo en un establecimiento que os garantice la seguridad e higiene alimentaria, es que en casa continuéis con las pautas necesarias para que sean seguras. En Gastronomía y Cía también tenéis información sobre cómo lavar las frutas y verduras para que sean seguras, podéis acceder aquí para leerlo, pero ¿qué hacer con la fruta cortada al llegar a casa?.
Pues os vamos a contar lo que hacemos nosotros, cuando compramos melón o sandía cortados, retiramos el film transparente que le ponen en la frutería y lavamos muy bien la piel, procurando que no caiga mucha agua a la pulpa. Normalmente pedimos que nos corten la pieza de sandía (el melón lo solemos comprar entero siempre) delante de nosotros, por lo que después de secarla con papel de cocina, ponemos nuevo film transparente (o tela encerada, o una tapa de silicona) y al frigorífico.
Si la sandía que compramos ya estaba cortada, además de lavar la piel y cambiar el film, cortamos una fina capa de la fruta, sí, eliminamos la superficie, a continuación tapamos e inmediatamente al frigorífico. Contadnos cómo lo hacéis vosotros, cuando llegáis a casa de la compra y en ella se incluyen medias sandías, melones, calabazas… ¿Tenéis en cuenta la inmediatez de refrigerarlo?
Foto 1 | ygfarmersmarket
Foto 2 | Aran Burton