La harina de espelta o escanda es una especie común de trigo (Triticum spelta) del que se conoce su existencia desde hace miles de años, pero no se ubica su verdadero origen. Se dice que podría encontrarse en Irán o en el sureste de Europa entre otras hipótesis y podría datarse entre los años 6000 y 5000 a.C.
Lo cierto es que la harina de espelta es un excelente alimento, en la época medieval era el trigo reservado para las clases más ricas, mientras que los más pobres comían el pan elaborado con harina de centeno. Pero su cultivo se fue perdiendo, casi hasta desaparecer, por que rendía menos que el trigo común.
Gracias al creciente interés de proporcionar y consumir alimentos con grandes valores nutricionales y culinarios, la harina de espelta ha aumentado su cultivo en la última década. En España tenemos a Asturias como mayor productor de espelta (Triticum Spelta y Triticum Diccocum), ya lo cultivaban en la Edad Media. Lo bueno de esta variedad de trigo es que se adapta a climas fríos, húmedos y rudos. Se cultiva también en Alemania, Suiza y en otras partes del norte de Europa.
Tema interesante es saber que gracias a la particular cáscara que envuelve el germen de esta variedad de trigo, ni los insectos ni los contaminantes del suelo tienen fácil acceso, por lo que su cultivo apenas precisa fertilizantes y pesticidas. Así pues, la harina de escanda o espelta es de las más populares para la agricultura ecológica.
Sus valores nutricionales son también los que han provocado que el cultivo de espelta se haya triplicado en los últimos veinte años. En comparación con el trigo común, proporciona más carbohidratos, proteínas, fibra, vitaminas B1 y B2 además de minerales y aminoácidos. Es altamente soluble en agua y fácil de digerir, pero esta harina no es apta para las personas celíacas porque contiene una cantidad moderada de gluten.
La harina de escanda puede sustituir a la harina de trigo común en cualquier elaboración, sea dulce o salada, podemos hacer todo tipo de panes, bizcochos, magdalenas, galletas.., también podemos hacer pasta (o compra pasta de espelta) y es ideal para los rebozados o la bechamel entre otras elaboraciones, porque su sabor es especial, intenso y ligeramente dulce con recuerdos a frutos secos.
Por fortuna, la harina de espelta está al alcance de todos en las grandes superficies y en tiendas de dietética, si no la habéis probado, no tardéis en introducir en vuestra dieta un alimento que enriquecerá vuestros platos y por supuesto, vuestros panes, consulta la receta de pan de espelta.
Foto | Boca Dorada