Es importante saber distinguir entre harina de coco y coco rallado, puesto que, aunque procedan del mismo fruto, no son equivalentes a la hora de hacer una receta, no responden igual, y muchas veces se confunden. No es extraño que suceda, al menos en algunos países como el nuestro, dado que la harina de coco no se había visto mucho en los comercios hasta hace poco, mientras que el coco rallado es un producto relacionado con la repostería desde hace muchos años.
La cuestión es que cada vez se utiliza más la harina de coco porque, entre otras cosas, es una alternativa elegida a menudo por quienes no consumen gluten, así como por quienes desean llevar una alimentación baja en hidratos de carbono y más alta en fibra y grasas saludables, y, por supuesto, por quienes disfrutan del sabor del coco. Además, las características organolépticas de las recetas elaboradas con harina de coco son un tanto particulares y suelen agradar porque es dulzona, da sensación de frescura en el paladar… Pero vamos a conocer qué es la harina de coco, cómo se hace y qué características tiene.
La harina de coco se elabora con la pulpa del coco que previamente se ha secado, normalmente se aprovecha la pulpa del fruto que se ha utilizado para hacer leche de coco. Una vez que esta pulpa está bien seca, se muele hasta conseguir un polvo tan fino como el que vemos en la harina de trigo, aunque tiene otra textura, y también es distinta su capacidad de absorción, la harina de coco absorbe mucho más líquido que la harina de trigo o de otros cereales, así como su respuesta al hacer una masa. Dado que la harina de coco no tiene gluten, no da como resultado masas elásticas como ofrece la harina de trigo u otra similar.
Esta característica hace que a menudo la harina de coco se combine con otros ingredientes que sean aglutinantes, como el huevo, las semillas de lino, las semillas de chía, el plántago psyllium, etc. Especialmente si se va a utilizar en repostería, pues se pueden hacer galletas, magdalenas, bizcochos, tortitas, picos, crackers… Pero también cremas dulces y saladas, entre muchas otras cosas. Al final de este post os dejaremos algunas de nuestras recetas con harina de coco para que empecéis a trabajar con ella y conozcáis sus características.
En cuanto a su degustación, será fácil percibir su sabor suave a la vez que sabroso y elegante, aun utilizando otros ingredientes que también aporten sabor, como chocolate, canela, vainilla… se nota su presencia, claro, siempre dependerá de las proporciones. Por fortuna, el sabor del coco suele gustar a niños y a adultos, así que la mayoría de personas pueden aprovechar las cualidades de esta harina, destacamos algunas de las más importantes:
Es rica en fibra (37 gramos por cada 100 de producto), rica en proteínas (19 gr/100 gr), baja en carbohidratos (18 gr/100 gr), y tiene un contenido en grasas elevado (18 gr/100 gr). Alrededor del 80% de las grasas son saturadas, pero a diferencia de las grasas saturadas de otros orígenes, ofrecen beneficios a la salud, su elevado nivel de triglicéridos de media cadena (MCT) hace que favorezca las digestiones, mejore la absorción de calcio, regule el colesterol, facilite el control del peso, estimule el sistema inmunológico… No obstante, siguen realizándose estudios para definir y unificar criterios en la información sobre los beneficios de este componente del coco para la salud.
El uso de harina de coco es una interesante elección para quienes no pueden consumir cereales o frutos secos, es un alimento menos alergénico, por lo que es un buen sustituto en todo tipo de recetas. Y también es interesante por su índice glucémico, pues la harina de coco tiene un IG menor de 55, esto alude a la clasificación de los carbohidratos según lo rápido que se transforman en glucosa, un índice glucémico o glicémico bajo es el que se digiere y absorbe más despacio, por lo que no genera picos de glucemia (aumento brusco de azúcar en sangre), algo poco recomendable en la población en general. Por cierto, en cuanto a los valores nutricionales indicados antes, decir que pueden variar un poco de una marca a otra, como sucede con la mayoría de alimentos.
Por otra parte, el coco rallado también se hace con la pulpa de coco seca, pero conocéis perfectamente su formato, son pequeñas virutas de pulpa de coco deshidratada, aún así, su capacidad de absorción es mucho menor. Si os ha quedado alguna duda sobre las características de la harina de coco y del coco rallado, aunque este seguro que lo conocéis bien, podéis dejarla en los comentarios. De momento, os dejamos con algunas recetas con harina de coco, que sepáis que se puede consumir cruda o cocinada, y que la podéis encontrar en tiendas de dietética y alimentación deportiva. Su precio es más alto que el de las harinas básicas, pero no sale caro porque veréis que rinde mucho.
Tortitas de almendra y coco
Mugcake de plátano y harina de coco
Mugcake de zanahoria, coco y canela
Bowlcake de plátano y coco
Galletas con harina de coco y nibs de cacao
Galletas de coco, avellanas y chocolate
Pastelito de boniato y coco relleno de chocolate