Hoy nos detenemos unos minutos para compartir el vídeo que podéis ver sobre estas líneas, se trata de un anuncio publicitario creado por la agencia brasileña NBS para la cadena de hamburgueserías Bob, la primera cadena de fast food de Brasil fundada en 1952 en Copacabana (Río de Janeiro) y que actualmente cuenta con establecimientos en Chile, Portugal y Angola. Parece ser que su éxito está en la oferta de hamburguesas y otros bocadillos con recetas propias, en lugar de imitar a los norteamericanos, crean sus propias fórmulas para que tengan sabor brasileño.
El mensaje del anuncio es que las hamburguesas son tan irresistibles que te comerás hasta el papel, vamos, que los consumidores no pueden ni esperar a retirar el envoltorio para saborearlas. Es un anuncio, no es real, como podemos ver en el vídeo, explican a los consumidores que les está sirviendo la hamburguesa que han solicitado, la hamburguesa de siempre, sólo que está envuelta en papel comestible.
Así que todos los que ese día pasaron por Bob se comieron su hamburguesa con el papel que las envuelve incluido. Casi inevitablemente, en relación a esta campaña publicitaria surge el tema de los embalajes comestibles para los alimentos, no terminan de calar, está claro que la sensación de comer papel no agrada. Comemos (primero) con los ojos, ¿a quién le apetece comerse una hamburguesa, o una tarta de chocolate esponjosa y cremosa por poner otro ejemplo, sin empezar a deleitarse con la vista?, ¿a quien le apetece que antes de que las texturas y sabores de los alimentos, se tenga que fundir un papel, o que se mezcle con ellos?, por muy rápido que se deshaga, es la primera toma de contacto en el paladar.
Poco triunfo hemos visto incluso en la cocina de vanguardia en la que nos han ofrecido cartas comestibles, entre otras cosas. La novedad de los papeles, las impresoras y las tintas comestibles, rápidamente se cayó en el olvido, como consumidores, habiéndolo probado una vez, no necesitas más.
Volviendo al tema de los envoltorios comestibles, a pesar de que se tenga intención de introducirlos en el mercado porque podrían favorecer la reducción de residuos, tiene como contrapartida el tema de la higiene, sobre todo en una cadena de comida rápida, si el mismo que cobra es el que pone la hamburguesa en la bandeja del cliente… está todo dicho.