Somos conscientes de que las hamburguesas que nos ofrecen las cadenas de comida rápida no son tan buenas como podrían ser, pero ahora tenemos a las hamburguesas bajo análisis gracias a Consumer Eroski, que ha desarrollado un análisis comparativo de seis hamburguesas de vacuno y seis de pollo de seis establecimientos de fast food, Burger King, McDonald’s, Fast Good, Vips, Foster’s Hollywood y Tony Roma’s.
La carne de las hamburguesas sometidas a análisis se ha comparado con la carne picada adquirida en carnicería, tanto de vacuno como de pollo. No dejéis de ver el vídeo, sobre todo si sois de los que habitualmente disfrutáis de este tipo de alimentación, porque hay grandes diferencias entre la calidad de cada hamburguesa, en el contenido de grasas saturadas (unas cuadruplican a otras) y también de su estado sanitario. Cabe destacar que todas podrían mejorar en este punto.
Conocer los valores nutricionales de las hamburguesas de distintos establecimientos de comida rápida, ayudará a quienes no quieren prescindir de ellas eligiendo las que resulten menos perjudiciales para la salud, ya que entre ellas existen grandes diferencias en cuanto a aporte calórico, contenido en grasa y calidad de la carne, además del precio.
Las hamburguesas bajo análisis dejan al descubierto a la de Vip’s como más calórica, y nos sorprende este dato, la hamburguesa de pollo sólo tiene un 5% menos de grasa y es menos saturada que las de vacuno, y es que tres de ellas están rebozadas, por lo que son sometidas a fritura.
Las hamburguesas que han destacado por ofrecer mejor calidad en la carne son las de pollo de Foster’s Hollywood y de Vips, y las de vacuno (y ahora subirán las ventas) la McRoyal de Luxe de McDonald’s y la Italian Burguer de Fast Good. Pero la hamburguesa más saludable es la Whooper con queso de Burger King.
En general, todas las hamburguesas de vacuno tienen más del doble de grasas que la carne adquirida en una carnicería (excepto la Italian Burger de Fast Good) porque se le añaden grasas animales, tocino o bacon, siendo en la mayoría grasas saturadas.
La conclusión del análisis comparativo de estas hamburguesas es que todas necesitan una mejora en su estado sanitario, algunas mostraban incluso restos de microorganismos y patógenos que pueden provocar toxiinfecciones leves. ¿Cómo puede ser que tengamos que pagar para recibir esto a cambio?