Hacer pan en casa y lograr buenos resultados no es tan difícil como pueda parecer. A medida que nos introducimos en el mundo del pan, más satisfechos nos sentimos y aunque hay mucho que aprender, pues son muchas las cosas que hay que tener en cuenta para elaborar un buen pan, cada vez sale mejor. Degustar un pan recién hecho con nuestras manitas es uno de los grandes placeres.
Hace unos días preparamos la masa madre líquida de Eric Kayser que nos propuso hace un tiempo nuestra amiga Auro, y ayer por la tarde nos dedicamos a hacer pan casero. Os mostraremos primero este pan redondo que nos ofrece un delicioso sabor, una miga tierna y jugosa y una corteza no demasiado dura.
Ingredientes
- 500 gramos de harina
- 160 gramos de masa madre líquida
- 180 gramos de agua
- 20 gramos de aceite de oliva
- 8 gramos de sal
- 3 gramos de azúcar
- 5 gramos de lecitina de soja
- 20 gramos de levadura fresca.
Elaboración
La masa madre líquida tenemos que tenerla a temperatura ambiente para la elaboración, así que hay que retirarla del frigorífico unas dos horas antes.
Ponemos en el recipiente donde vayamos a hacer la masa (sea un robot o sea manual) el agua con la levadura, batimos para que se disuelva, el agua deberá estar tibia. Añadimos a continuación la lecitina, el azúcar, la sal y el aceite y volvemos a batir.
Finalmente añadimos la harina y la masa madre y amasamos durante 3 o 4 minutos. Según la harina que utilicemos es posible que pida más agua o que pida más harina, ir añadiendo muy poco a poco. Debemos dar tiempo a que la harina absorba la grasa para saber que tenemos la consistencia de la masa deseada. Ésta no debe resultar pegajosa.
Hacemos una bola con la masa de pan y la dejamos reposar en un cuenco amplio ligeramente engrasado con aceite de oliva y con un poco de harina, cubierto con un paño, durante dos horas. Pasado este tiempo de primer levado habrá doblado su volumen. Volvemos a amasar un poco y colocamos en la bandeja de hornear, espolvoreamos un poco de harina y dejamos reposar hasta que vuelva a crecer, 45-60 minutos.
Hacemos unos cortes a la masa (en cuadrado por ejemplo) e introducimos en el horno precalentado a 200º C arriba y abajo, reducimos el calor a 180º C cuando introducimos el pan. Dejamos cocer, dependiendo del tamaño del pan, unos 40 minutos. Nosotros lo pusimos en la parte baja del horno porque coge mucha altura. Si ves que se tuesta demasiado, cubre el pan con papel de horno.
Cuando el pan esté hecho, retíralo del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Después estará listo para cortar unas rebanadas de pan casero recién hecho, con un aroma que invadirá la cocina y un sabor y textura que embriagará el paladar.