Puede darse el caso de que estemos elaborando unas magdalenas caseras y cuando vamos a preparar las cápsulas o moldes de papel, nos encontramos con que se nos han acabado, que no tenemos suficientes o que no tienen la medida que deseamos. La solución es muy sencilla, siempre y cuando entre nuestro material de cocina tengamos papel sulfurizado o papel vegetal.
De hecho, hay muchas personas que prefieren hacer cápsulas para magdalenas con papel vegetal en lugar de tener que comprar los clásicos moldes rizados, sean los clásicos (los blancos, que además son muy económicos) o los que están decorados y tintados con distintos colores. Hay distintas calidades y no siempre dan buenos resultados.
Nosotros para hacer magdalenas o cupcakes sí utilizamos las cápsulas tradicionales, pero para hacer los muffins, que normalmente los hacemos más grandes, si nos gusta hacer uso del papel vegetal. Podéis ver por ejemplo los muffins de chocolate blanco y frutos rojos, cuyas fotos ilustran este post.
Hacer los moldes para magdalenas o muffins con papel vegetal es muy fácil, aunque hay muchas formas de hacerlos. La más sencilla es la que os mostramos en la foto principal, simplemente hay que cortar el papel vegetal con el tamaño que permita forrar el interior de los moldes (el lateral). La base la engrasamos con mantequilla o aceite, simplemente así después son muy fáciles de desmoldar. Para hacer estos muffins utilizamos las flaneras de aluminio, pero del mismo modo se pueden hacer las cápsulas de papel para otros moldes.
Otra forma muy sencilla de hacer moldes o cápsulas de papel para hornear magdalenas, cupcakes o muffins es como se puede apreciar en la siguiente foto. Se trata de cortar el papel vegetal en cuadrados, el tamaño dependerá del molde que se utilice y de la altura que se quiera dar al producto horneado.
Una vez cortado el papel, se coloca centrado en el molde (en este caso se utiliza un molde rígido para magdalenas estandar, puede ser de seis o doce cavidades) y con ayuda de un vaso se le da forma, claro, tiene que tener un tamaño menor que el molde, simplemente hay que introducirlo en él dando forma al papel. El contorno del papel en este caso quedará rizado. Se puede hacer con más o menos gracia, pueden hacerse unos pliegues simétricos o simplemente dejar que se arrugue el papel.
El papel vegetal nos parece un material imprescindible en la cocina, es muy práctico, económico y tiene muchísimas utilidades. Siempre tenemos un rollo de reserva en el armario, nos puede salvar en caso de encontrarnos sin moldes para magdalenas o sin mantequilla para engrasar un molde de bizcocho. También podemos utilizarlo para cocinar, no sólo en el horno, también en una sartén… en fin, hoy aprendemos cómo hacer moldes para pequeños pastelitos, y seguiremos descubriendo la versatilidad del papel vegetal.
Foto 2 | Nosh