En varias ocasiones nos han recomendado algunos de los vinos de la Bodegas Habla de Trujillo, amparada bajo la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Extremadura, y el primero que hemos elegido ha sido un vino joven, pues iba a acompañar una comida poco contundente, adecuada para estos últimos días de verano, se trata de Habla del Silencio… 2013, un vino que ha recibido buenas puntuaciones y algunos reconocimientos como el Mejor Vino de España por la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV).
Bodegas Habla se considera una bodega joven, nació en el año 2000 y cuentan que como no tenían historia, se apoyaron en la historia y en la filosofía de uno de los genios del renacimiento, Miguel Ángel, quien consideraba a su Moisés como su creación más perfecta, hasta el punto de que una vez finalizada la obra, el artista le golpeó con su maza y le dijo: “¡Habla!”, pues era la propia vida lo único que le faltaba por extraer de la piedra.
La bodega adoptó su espíritu de perfección continua para crear los vinos más especiales a nivel nacional y conseguir ser un referente internacional de calidad y de singularidad. Hoy se define como una bodega que elabora vinos ecológicos modernos y exuberantes, con un carácter muy marcado, muy gustosos y con una gran complejidad que igual puede disfrutar un experto en vinos que cualquier amante de los productos de calidad.
Sobre el vino Habla del Silencio, lo venden como un vino exclusivo de alta costura en una colección prêt-à-porter, pues el objetivo era dotar también a su bodega de una oferta que no rascara los bolsillos, y ofrecer a los paladares más exigentes la posibilidad de disfrutar de un buen vino todos los días. Hay que decir que este es un vino que ronda los 10 euros, para algunos seguirá siendo un vino de fin de semana, aunque para otros pueda ser un vino de diario.
Habla del Silencio… 2013 es un vino con una presentación sobria o elegante y moderna, según se mire, sólo hay dos colores, el blanco y el negro, y en su cápsula se puede leer: romero, grosella, cereza, pimienta y moca, quizá con idea de transmitir a quien va a elegir la botella de los aromas y sabores con los que se va a encontrar. Este vino es un coupage elaborado con variedades de uva Tempranillo (20%), Cabernet Sauvignon (30%) y Syrah (50%), y tiene un envejecimiento en barrica de roble francés de seis meses.
A la vista es un vino brillante y limpio, de color cereza picota con matices violáceos. En nariz ciertamente muestra algo de complejidad, encontramos notas de frutas rojas ácidas, de pimienta y minerales, éstos son claros debido al suelo de pizarra en el que se cultivan las vides, una tierra pobre que las obliga a hundir sus raíces para llegar a tierra firme.
En boca también se aprecia esa nota metálica, bastante pronunciada, es un vino astringente pero agradable, de densidad y carnosidad moderada. Cuando se abre empiezan a aparecer las frutas rojas algo más dulces. Es un buen vino para acompañar guisos, carnes blancas asadas o a la parrilla, tablas de quesos y embutidos… en fin, esto va a gustos. Pero si queréis un vino complejo, que sorprenda y a buen precio, es una buena elección.