La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) han publicado una guía sobre el coronavirus (Covid-19) y seguridad alimentaria, se trata de una guía provisional dirigida a las empresas alimentarias, en la que se informa sobre los riesgos de transmisión del coronavirus a través de los alimentos, las medidas que los trabajadores deben adoptar en el entorno laboral, cómo se debe llevar a cabo el transporte y entrega de ingredientes y productos alimentarios, o como se deben exponer los productos en los puntos de venta entre otras cuestiones.
En esta publicación se apunta que es «altamente improbable» que las personas puedan infectarse con el Covid-19 a través del consumo de alimentos, ya que el virus no puede multiplicarse en los alimentos y necesita un huésped animal o humano. Recordemos que la EFSA también informó sobre esta cuestión, descartando los alimentos como una posible ruta de transmisión del coronavirus. Otros institutos, como el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania, también han elaborado guías o documentos en los que se reflejan una serie de preguntas y respuestas que tienen la finalidad de informar detalladamente sobre los riesgos de transmisión alimentaria del Coronavirus (COVID-19).
A principios de mes la OMS llevó a cabo un seminario online sobre el tema (podéis conocer más detalles aquí), en él se hablaba de investigaciones que se han llevado a cabo para determinar la supervivencia del coronavirus en diferentes superficies. Según los resultados, el virus puede permanecer activo hasta 72 horas en materiales como el plástico y el acero inoxidable, 4 horas en el cobre y hasta 24 horas en el cartón. Estas investigaciones se realizaron en un entorno de laboratorio, con humedad relativa y temperaturas controladas, por lo que los resultados deben interpretarse con precaución a la hora de hablar de un entorno en la vida real.
El hecho de que el Covid-19 sobreviva en superficies como el plástico o el cartón, hace pensar que en un supermercado, donde estos materiales están presentes en la mayoría de productos, pueda ser un posible foco de contagio, de ahí que hace unas semanas habláramos sobre pautas de actuación sobre qué hacer con la compra realizada cuando llegamos a casa, como desinfectar los productos envasados utilizando una bayeta humedecida con una dilución de agua y lejía, desinfectar las bolsas que se han utilizado para transportar los productos alimenticios, etc. Por cierto, merece la pena recordar como información complementaria, que según la agencia francesa ANSES, el coronavirus es sensible a las temperaturas de cocción de los alimentos, un tratamiento térmico a 63 grados centígrados durante un periodo de cuatro minutos reduciría significativamente la posibilidad de transmisión alimentaria.
Volviendo a la mencionada guía de la OMS y la FAO sobre el coronavirus, se apunta que es imperativo que la industria alimentaria refuerce las medidas de higiene personal y proporcione pautas de actuación y capacitación a los trabajadores sobre los principios de higiene alimentaria, a fin de eliminar o reducir el riesgo de que las superficies de los materiales de envasado puedan contaminarse con el virus con el que algún trabajador podría estar infectado. Claro, que el riesgo se puede eliminar en el proceso de manipulación y distribución, pero no se eliminaría en el punto de venta por lo antes comentado, algún cliente puede infectar los productos alimenticios, de ahí que los consumidores también debamos seguir las pautas antes mencionadas.
La OMS comenta que la industria alimentaria debe contar con sistemas de gestión de seguridad alimentaria, basados en los principios de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC), proceso que tiene el cometido de garantizar la inocuidad alimentaria de forma lógica y objetiva. La organización hace hincapié en las buenas prácticas de higiene, limpieza y saneamiento, control de proveedores, división y separación de las áreas de procesamiento, almacenamiento, transporte y distribución, higiene del personal implicado en todos los eslabones de la cadena alimentaria y la aptitud para el trabajo.
E incide en la necesidad de proporcionar a los trabajadores equipo de protección personal, como son las máscaras y los guantes, herramientas que pueden reducir y evitar la propagación de este virus y otras enfermedades en el sector alimentario, pero siempre que se utilicen de forma adecuada. También aconseja el distanciamiento físico, el saneamiento frecuente como el lavado de manos, así como de las zonas de trabajo en todas las etapas del procesamiento, fabricación y comercialización de alimentos.
Por otro lado, la Comisión Europea ha elaborado un documento (Pdf) en el que se plantean preguntas y respuestas en relación al Covid-19 y la seguridad alimentaria, que abarca desde la producción hasta el consumo en el hogar. En definitiva, contamos con diferentes guías que informan sobre las pautas de actuación en todos los eslabones de la cadena alimentaria, información que será de gran utilidad para las empresas y los consumidores. A través de este enlace (Pdf) podréis acceder a la guía o documento provisional elaborado por la OMS y la FAO sobre Covid-19 y seguridad alimentaria para las empresas alimentarias.