A menudo hemos comprado los Grisines de aceite de oliva como tentempié, pero siendo tan sencillos de elaborar, mucho mejor hacerlos en casa. Con una tanda de masa nos da para hacer muchos grisines, dependiendo del consumo que hagas puedes reducir los ingredientes de la receta proporcionalmente, aunque estos palitos de pan están tan ricos, que es posible que no tardes en tener que hacer más.
La receta de Grisines la hacemos a partir de una masa de pan, que bien estirada y después cortada en tiras finas, nos proporciona esos crujientes bastoncitos de pan con un sabor excelente.
De forma muy sencilla puedes también darles otros sabores, añadiendo especias, olivas picadas, tomates secos… algo similar a los Palitos de pan con sésamo y anís, dándoles el grosor y el largo que desees.
Ingredientes
- 300 gramos de harina de fuerza
- 25 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 7 gramos de levadura fresca de panadero
- 4 gramos de sal
- 160 gramos de agua (según la harina utilizada puede variar la cantidad).
Elaboración
Como ya hemos explicado, la elaboración de la masa es igual que si fuéramos a hacer pan, de hecho, puedes utilizar parte de esta misma masa para hacer unos panecillos si ves que ya tienes muchos grisines.
Disuelve la levadura en el agua tibia o frotándola con los dedos en la harina, mezcla harina, levadura, agua, aceite de oliva y añade la sal, siempre hay que evitar que entre en contacto con la levadura fresca.
Amasa hasta obtener una masa homogénea y ligeramente pegajosa. Haz una bola con ella y ponla en un cuenco engrasado con aceite de oliva. Cúbrela con el paño de tela que siempre utilizas para fermentar el pan y deja a temperatura cálida durante una hora o hasta que doble su volumen.
Pasado este tiempo, vierte la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada y ve aplanándola, extiéndela con el rodillo dándole forma rectangular hasta dejarla fina, entre medio y un centímetro de grosor. Corta tiras finas de la masa y ve depositándolas sobre la bandeja del horno cubierta con tela de cocción o papel vegetal.
Cubre los grisines con el paño y deja reposar media hora, mientras se calienta el horno a 220º C. Cuando esté caliente, hornea los grisines, reduciendo la temperatura a 200º C durante diez minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Una vez que retires los grisines del horno, déjalos enfriar sobre una rejilla. Una vez fríos los puedes conservar en un tarro hermético e ir picando cuando te apetezcan, siempre con moderación, porque enganchan.
Los grisines con aceite son también ideales para acompañar un dip, una tabla de quesos, una tabla de embutidos, etc. Esperamos que los disfrutéis.