Los grelos son un alimento típico de Galicia, de hecho esta comunidad es la principal productora y consumidora. Los grelos son los brotes de los nabos, tallos cuyo grosor puede ser similar al del dedo gordo de la mano y son comestibles antes de que aparezcan las flores en sus extremos, es cuando están más tiernos.
Tras la floración los grelos se endurecen y ya no pueden ser consumidos, pues no se ablandan aunque se realice una larga cocción. El sabor que proporciona esta hortaliza es muy apreciado, basta con probar algunas de las recetas gallegas tradicionales para valorarlo.
Hoy hablamos de los grelos porque hemos conocido una noticia que aporta a este ingrediente culinario un valor añadido muy significativo. Un grupo de investigadores de la Misión Biolíxica de Galicia perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acaba de dar a conocer un estudio en el que se muestra que los grelos contienen sustancias anticancerígenas y antioxidantes muy beneficiosas para el organismo humano.
Se trata de los glucosinolatos, metabolitos secundarios de las plantas (compuestos químicos sintetizados por las plantas que cumplen funciones no esenciales en ellas). Estas sustancias, además de proporcionar el clásico sabor amargo, encierran una carga de propiedades saludables que los científicos ensalzan, catalogando a los grelos como alimentos funcionales dada la función específica que cumplen para mejorar la salud humana y reducir el riesgo de contraer distintas enfermedades.
Aunque no sabemos si ‘alimento funcional’ sería la definición adecuada, ya que se consideran alimentos funcionales a aquellos que han sido elaborados añadiéndoles diversos compuestos activos, como pueden ser las vitaminas, los ácidos grasos o las fibras entre otros.
Al margen de este pequeño detalle sobre la atribución de alimento funcional, parece evidente que el alto contenido nutricional de los grelos debe ser alabado. Según las conclusiones del estudio, el grelo ofrece un alto contenido en calcio y en vitamina C, dos elementos muy importantes en la prevención de determinadas enfermedades. Sus elevadas propiedades antioxidantes son efectivas para combatir los radicales libres, moléculas reactivas que inciden en las membranas celulares de nuestro organismo alterándolas y provocando en consecuencia una reducción de nuestro estado de salud a través del envejecimiento prematuro, problemas en el sistema cardiovascular o el cáncer, entre otros.
En la investigación se han utilizado distintas variedades de grelos y nabizas, ambos productos provienen de los nabos pero la diferencia radica en la época de recolección. Las nabizas son las mismas hojas de los grelos pero recolectadas mucho antes de que se inicie el paso previo a la floración.
El estudio sobre las variedades se ha realizado para determinar las condiciones climatológicas más adecuadas para la producción de cada variedad y así ofrecer datos a los agricultores para que puedan optimizar su producción, ya que las condiciones climatológicas inciden y condicionan las características organolépticas y las propiedades agronómicas (contenido en proteínas y minerales) de los grelos.
Vía | La Voz de Galicia