Hay utensilios de cocina de uso habitual que ocupan su lugar, cumplen su función, sin apenas tener cierto aprecio por ellos. Como relata la autora del libro La importancia del tenedor, una simple espátula, aunque ha evolucionado poco desde su creación, nos parece imprescindible para cocinar, pero no le damos el valor que tiene. Algo similar puede suceder con muchos otros accesorios, como el grappin o tenedor de cocina.
Si no hubierais visto la foto que ilustra estas líneas, ¿sabríais qué es el grappin? Bueno, este término francés también define a un tipo de ancla, pero no es el significado que nos interesa, hablamos de cocina. El grappin o tenedor de cocina lo tenemos todos en la cocina porque forma parte de un juego de utensilios, es una de las primeras cosas que entra en una nueva cocina, ¿verdad?.
También es cierto que, al menos en nuestro caso, no es uno de los complementos que más utilicemos, de hecho lo utilizamos muy poco, quizá por eso lo tenemos menos valorado. Poco tenemos que explicar de este utensilio de cocina, se trata de un tenedor de dos dientes y con el mango largo, hay distintas medidas, que se utiliza para cocinar. Su uso principal es el de capturar trozos de carne de un guiso que se está elaborando en una olla, en la cocina profesional donde las ollas son más altas puede resultar más funcional.
Para este menester preferimos utilizar unas pinzas, pocas veces elegimos formas de trabajar con la carne en la que haya que pincharla, claro, con este tenedor de cocina, para coger la carne del fondo de una olla hay que pincharla, y por esas perforaciones se escapan sus jugos.
No está de más diferenciar entre el grappin o el tenedor de cocina con el tenedor para trinchar del que también os hemos hablado, porque en nuestra opinión, conocer las herramientas de cocina básicas es tan importante o más que las novedades.
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