Para muchos puede resultar algo extravagante utilizar la impresión 3D con alimentos como la carne, un mundo aparte a las actuales formas de presentación de la carne, pero organizaciones como Meat & Livestock Australia, cuyo trabajo comprende la comercialización, la investigación y el desarrollo de la industria cárnica del país, lo ven como una oportunidad emocionante para dar un valor añadido a la carne.
Meat & Livestock Australia (MLA) considera que existen grandes posibilidades para la impresión 3D de la carne, sobre todo para dar salida a recortes de carne y otros subproductos, con un valor añadido. Estos productos son procesados y convertidos en “tinta de carne” para ser utilizados por las impresoras 3D y crear alimentos ricos en proteínas, con formas y texturas originales. Incluso declaran que gracias a la tecnología se pueden crear alimentos de diferente forma y tamaño que serán especialmente atractivos para las personas mayores que tienen problemas para comer carne, como una alternativa a los purés.
La MLA explica que existe una gran necesidad de crear nuevos modelos de negocio para satisfacer las demandas del mercado, sobre todo en el segmento que quiere planteamientos de nutrientes personalizados, en lugar de trozos enteros de carne. Para el responsable de la MLA es necesario aprender más sobre la tecnología de impresión 3D y que la industria se comprometa con estos nuevos modelos de innovación. Estas declaraciones coincidieron con la celebración de la conferencia 3D Food Printing Conference Asia-Pacific Edition, que ha contado con el apoyo de Meat & Livestock Australia.
Se considera que esta “tinta de carne” puede convertirse en algo común en los hogares, recordemos que expertos y cocineros que trabajan con esta tecnología, aseguran que la impresión 3D no es una simple moda, tiene increíbles posibilidades y muy prometedoras, augurando que a medio plazo, las impresoras de alimentos se instalarán en los hogares para convertirse en un elemento habitual como el frigorífico, el lavavajillas, etc.
La industria australiana de la carne parece que tiene la intención de apostar fuerte por esta tecnología, sobre todo porque se podrá otorgar mayor valor económico a despojos y cortes secundarios que en ocasiones, y según comenta la MLA, no son rentables para las empresas. Se podría decir que es algo rebuscado, estos subproductos se utilizan y aprovechan, lo que pasa es que quieren obtener más rentabilidad y da igual que cambien la forma en la que se presenta el producto, seguirán siendo recortes y demás subproductos.
En la 3D Foodprinting Conference Asia-Pacific Edition celebrada el pasado 2 de mayo en Melbourne (Australia), se presentó la tecnología de impresión que fue construida por la empresa holandesa byFlow, como tinta de impresión se utilizó una mezcla licuada de despojos y carne picada con la textura adecuada, se considera que las impresiones que se han realizado durante el desarrollo del evento son los primeros ejemplos de carne impresa comestible en 3D.
La industria considera que por el momento es difícil que esta tecnología a corto plazo pueda competir con la producción tradicional de carne, pero sí ofrece una alternativa atractiva para las empresas del sector que luchan por maximizar y dar mayor relevancia a sus productos. Por otro lado, y como ya hemos comentado, los creadores consideran que es una oportunidad para que las personas mayores puedan disfrutar de la carne roja. A ver, habría mucho que decir al respecto, pero basta con ser consciente de que es mejor un solomillo tierno como la mantequilla, pues éste será, además, más nutritivo que los despojos que quieren vender y a saber a qué precio.
Sobre estas líneas podéis ver un vídeo en el que aparecen algunos ejemplos de la impresión de carne en 3D, así como la opinión de algunos profesionales sobre la tecnología 3D.