Decíamos en el post Los pepinos españoles no son responsables del brote de E.coli 104, que no tardaríamos en conocer nuevas noticias sobre el foco de infección de E. coli (Escherichia coli) en Alemania, pues bien, ahora las investigaciones dan un nuevo giro de tuerca y los especialistas sitúan el origen del brote infeccioso en ese país, barajándose la posibilidad de que hayan sido los germinados alemanes causantes del brote de E.coli, concretamente los brotes que se producen en una granja situada en la región de Uelzen (Baja Sajonia), la información ha sido revelada por el Ministro de Agricultura de este estado alemán.
Al parecer, las pruebas e indicios iniciales han confirmado que los mencionados germinados producidos en una granja orgánica en el área metropolitana de Uelzen (situada entre las ciudades de Hannover y Hamburgo) son los responsables de la infección. La contaminación con la nueva variante de la E.coli 104 está relacionada con varios restaurantes alemanes a los que esta granja de supuesto cultivo orgánico, suministraba germinados de todo tipo, de soja, lentejas, rábanos, brócoli, etc. Esta granja cultivaba además otros productos alimentarios, frutas, patatas, verduras u hortalizas, cautelarmente y hasta que se terminen de realizar las pruebas y análisis oportunos, se ha cerrado la granja. ¿Y ahora qué?
¿Deberíamos vetar todos los alimentos alemanes?, ¿deberían actuar los demás países igual que han actuado con España?, posiblemente no ocurrirá así. No es coherente aplicar el ojo por ojo, pero ante estos acontecimientos, reiteramos que Alemania debería pagar las consecuencias de la crisis del pepino y con más razón que nunca, debería hacerse cargo de todos los daños económicos y hacerse responsable de la campaña para limpiar la imagen de los alimentos españoles.
Alemania advierte a la población indicando que no coman ningún tipo de germinado y teniendo presente que la granja producía todo tipo de alimentos, la alerta se extiende a cualquier producto que cultivara esta granja, tomates, pepinos o lechugas entre otros. Para solventar la alimentación de la población, nada mejor que importar los magníficos pepinos, lechugas, tomates o brotes producidos en España. Por cierto, los mismos comerciantes que colgaban el cartel “aquí no vendemos productos españoles”, deberían colgar un nuevo cartel que indicara «aquí vendemos sólo productos españoles”, que la fobia hacia los alimentos vegetales españoles se traslade a los alimentos alemanes.
Como decíamos y según podemos saber a través de la publicación digital El Periódico, los resultados definitivos se darán a conocer en breve, nos resulta gracioso saber que a pesar de haber agraviado a los productos españoles y a pesar de haberse demostrado que el foco de la infección no estaba en España, tanto el Ministro de Agricultura como el Ministro de Salud de Alemania, defendían a capa y espada la actuación de su país, ¿y ahora qué?, ¿no deberían dimitir?