Un grupo internacional formado por 300 investigadores de 13 países ha dado a conocer el mapa genético del tomate, concretamente de las variedades Solanum lycopersicum (comercial) cultivada y consumida en todo el mundo, y la Solanum pimpinellifolium (variedad silvestre). La comparación entre ambos mapas genéticos muestra una diferencia muy pequeña, de tan sólo un 0’6%, conocer el genoma del tomate abre nuevas vías de investigación y la posibilidad de desarrollar nuevas variedades que reúnan todas aquellas características que valora la industria y los consumidores, mejor rendimiento, resistencia a las enfermedades, mejoras de las cualidades organolépticas, etc., será interesante tener en cuenta también el estudio sobre la química del tomate.
Descifrar el mapa genético del tomate ha sido la tarea del Consorcio de Genómica del Tomate en el que se integran principalmente, Japón, Países Bajos, Estados Unidos, Bélgica, Argentina, Francia, Israel, Reino Unido, Corea del Sur, China, Alemania, India y España, hay que decir que otros países también han colaborado en la secuenciación. La investigación llevada a cabo por el consorcio ha desvelado que los tomates tienen unos 35.000 genes organizados en 12 cromosomas, la comparativa con el tomate silvestre y el tomate comercial permitirá conocer con más detalle la evolución que ha sufrido el tomate a lo largo de su historia.
De hecho, los expertos explican que el mapa genético desvela que el genoma sufrió hace 60 millones de años varias triplicaciones consecutivas, algo que pudo permitir que el tomate se salvara de la última gran extinción que acabó con los dinosaurios y en general el 75% de las especies de la Tierra. Parece ser que una buena parte de los genes triplicados se perdieron, pero los que se mantuvieron se especializaron con el tiempo y son responsables de características como el color, la maduración, la textura y firmeza, etc.
El tomate pertenece a la familia de las Solanáceas, familia a la que pertenecen alimentos como las berenjenas, los pimientos, las patatas, plantas ornamentales, etc. Como reseña, cabe destacar que la diferencia del genoma del tomate y el genoma de la patata es algo más del 8%, lo que indica que este mapa se puede utilizar como referencia para otras variedades de Solanáceas, pudiendo realizar comparativas en un amplio espectro.
Con respecto al mapa genético de la variedad silvestre, el tomate de hoy en día tiene su origen en el pariente silvestre cuyo fruto eran unas pequeñas bayas (similares en tamaño a los tomates cocktail), la comparativa muestra una diferencia de un 0’6%, esto quiere decir que se han dado seis cambios por cada 1.000 nucleótidos, este dato da como respuesta a los investigadores que ambas variedades se separaran hace 1’3 millones de años, hay que reseñar que el Solanum pimpinellifolium es el pariente más cercano al ancestro común de todos los tomates. Con el fin de poder facilitar el acceso a los genomas de los tomates, el Consorcio del Genoma del Tomate creo una página en la que se pueden consultar las secuencias y aquellos recursos relacionados.
Por otro lado, a través de este artículo publicado en la revista científica Nature, podemos conocer con más detalle todos los pasos realizados en la investigación, con gráficos de la topografía, la triplicación genómica, etc. A través de la noticia de Agencia Sinc, podemos saber que se trata de un primer paso muy importante, como hemos indicado, el mapa genético es una herramienta de gran interés con la que se podrá trabajar en la mejora de las variedades de tomates actuales.