Tras años de investigación, un proyecto internacional del ICGSC (Consorcio del Genoma del Garbanzo) encabezado por el Instituto Hyderabad (India), afirma haber conseguido secuenciar 90 genomas de variedades de garbanzos de cultivo y silvestres procedentes de 10 países diferentes. La investigación se anuncia como un gran avance que permitirá allanar el camino para lograr una mayor rentabilidad de las producciones, mayor tolerancia a la sequía, resistencia a las enfermedades y plagas, y desarrollar nuevas variedades mejoradas. El genoma del garbanzo ha creado muchas expectativas, sobre todo sabiendo que se trata del segundo alimento que más se cultiva después de la soja y que juega un papel muy importante en la seguridad alimentaria de muchos países en vías de desarrollo.
El Instituto de Investigación Internacional de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas (ICRISAT, International Crops research Institute for the Semi-Arid Tropics) ha dirigido el trabajo desarrollado por el ICGSC (Consorcio Internacional para la Secuenciación del Genoma del garbanzo), en este proyecto han participado 49 investigadores de 23 organizaciones científicas procedentes de 10 países. Se ha logrado identificar en el mapa genético del garbanzo unos 28.269 genes tras haber secuenciado inicialmente la variedad Cicer arietinum L, a partir de ésta se logró la secuenciación de las otras 90 variedades que han proporcionado millones de marcadores genéticos que se convierten en una herramienta de gran valor para los investigadores de todo el mundo.
Los investigadores explican que el garbanzo es un especie leguminosa que actualmente abarca una extensión de cultivo en todo el mundo de unos 11’5 millones de hectáreas, mayoritariamente, como hemos indicado, en países en vías de desarrollo. Dado su alto valor nutritivo y sus características en lo que respecta a tolerancia a la sequía, contribuye a que muchas familias puedan garantizar su alimentación, así como su economía. Pero también es un cultivo muy importante en otros países del mundo, por ejemplo en Estados Unidos, Canadá o Australia. Desvelar el mapa genético del garbanzo y sus variedades juega un papel muy importante para el desarrollo de variedades mejoradas, algo muy importante ante el cambio climático y las nuevas situaciones medioambientales.
Con el genoma del garbanzo se espera poder contribuir en el desarrollo de mejores variedades que se destinarán a aquellos países con recursos más limitados, la idea es proporcionar un alimento que pueda ser más rentable en todos los sentidos y sacar de la pobreza a las comunidades que viven en tierras con climas más secos y que son más vulnerables ante la pobreza. Claro, que ahora el siguiente paso es el desarrollo de las nuevas variedades, según los expertos la diversidad genética es algo muy importante que garantiza el mejoramiento de los cultivos, pero ésta ha sido muy limitada y ha supuesto un obstáculo para poder mejorar el cultivo del garbanzo. En este estudio se proporciona el acceso a aquellos marcadores que aceleran la producción y la resistencia a la sequía o enfermedades en diferentes zonas y climas.
Los investigadores explican que es necesario emplear unos 8 años como máximo para desarrollar una nueva variedad de garbanzo, con el mapa genético en la mano, se espera reducir el tiempo a la mitad obteniendo una semilla que satisfaga tanto a los productores como al mercado, ya que las características organolépticas son otro factor a tener en cuenta. Se rompe así una barrera científica, aunque el garbanzo ha ocupado un lugar de honor en la lucha contra el hambre y es un alimento muy importante para la nutrición humana y la subsistencia de los agricultores, la ciencia no le ha prestado la misma atención que se le ha otorgado a otros alimentos. Han sido varios años de investigación, un gran esfuerzo realizado por el equipo internacional que es aplaudido por el Ministro de Agricultura de la India, este país será uno de los más beneficiados por el descubrimiento.
Los investigadores explican que la importancia de este nuevo recurso no debe ser exagerada, la secuencia genética del garbanzo y sus marcadores van a permitir desarrollar muchas líneas de investigación que permitirán identificar multitud de rasgos agronómicos de gran valor, para ellos ha sido uno de los hitos importantes de este siglo, sobre todo porque el tema de la seguridad alimentaria está a la orden del día y como sabemos, se habla mucho de cómo garantizar la alimentación en el año 2050. Podéis conocer más detalles sobre el trabajo realizado para desvelar el genoma del garbanzo a través de la página científica Nature Biotechnology.