Se acaba de dar a conocer el primer borrador del genoma del cerdo, un mapa genético del que ya se ha descifrado un 98% de la información. La investigación se desarrolla por un equipo internacional de expertos subvencionados por el NIFA (Instituto Nacional de Agricultura y Alimentación de EEUU), se ha centrado en descifrar el genoma del cerdo perteneciente a la raza Duroc, variedad estadounidense apreciada en todo el mundo por algunas cualidades como su capacidad de crecimiento o la calidad de su carne. En España son varias las granjas que producen jamones sin denominación a partir de la raza Duroc.
Conocer el genoma del cerdo permitirá realizar avances científicos muy importantes en varios campos, sea en el médico, alimentario o de producción, se podrán mejorar las razas de cerdos reduciendo la incidencia de algunas enfermedades mediante el diseño de nuevas vacunas o ampliando la expresión de aquellos genes que están involucrados en la inmunidad frente a las enfermedades, pudiendo prevenir problemas de carácter infeccioso, infectocontagioso o hereditario, que provocan anualmente pérdidas millonarias en todo el mundo. El mapa genético del cerdo permitirá determinar aquellos genes que resultan más valiosos para la producción o la expresión de las cualidades organolépticas de los productos cárnicos resultantes.
Los investigadores indican además que el mapa genético del cerdo será una herramienta que también permitirá preservar el patrimonio porcino mundial, ya que existen variedades raras que son salvajes y que están amenazadas por la extinción. Aunque el mapa genético es de la variedad Duroc, este puede aplicarse a otras razas salvando las mínimas diferencias en la expresión de los genes. El coste total de la investigación ascendía a unos 24’5 millones de dólares (unos 16’5 millones de euros), fondos que han sido aportados por el NIFA, el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos y diferentes instituciones asiáticas y europeas como el Instituto de Genética de cerdo de los Países Bajos, el INRA (Instituto de Investigación Agronómica de Francia), el Instituto Nacional de Ciencias Agrobiológicas de Japón, y muchos más.
Las investigaciones para descifrar el genoma de las especies alimentarias utilizadas por el hombre, sean vegetales o animales, se suceden y cada vez con más rapidez, como ya hemos dicho en otras ocasiones, los avances tecnológicos y los nuevos conocimientos adquiridos así lo permiten. Precisamente ayer hablábamos del genoma del pepino, una investigación que ha culminado y que permitirá dar un gran salto evolutivo en el cultivo y producción de este fruto de la familia de las curcubitáceas.