Las gambas al ajillo, al Jerez, al cava, con ajo y perejil… están riquísimas, de eso no hay duda, pero también podemos preparar estos crustáceos con otros aderezos y salsas que van a sorprender a los paladares más exigentes y sibaritas, los toques orientales siempre acompañan bien a pescados y mariscos, así que animaos a probar esta receta de Gambas al horno con soja y jengibre.
La elaboración es muy sencilla, simplemente hay que preparar un aderezo con salsa yakiniku, que como os hemos comentado en otras ocasiones se puede comprar hecha, o se puede hacer una variante casera con salsa de soja, mirin, sake, azúcar, sésamo, ajo, miso… además de jengibre fresco, ajo y aceite de oliva virgen extra. Esta salsa se reparte sobre las gambas y el resto lo hace el horno. ¿Os gustaría probarlo?
Ingredientes (4 comensales)
- 12 gambas o gambones
- 6 gramos de jengibre fresco rallado
- 2 dientes de ajo grandes
- 25 gramos de salsa yakiniku
- 20 gramos de aceite de oliva virgen extra
- una pizca de sal
- unas hojas de perejil.
Elaboración
Precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Limpia y seca bien las gambas y ponlas en una bandeja apropiada para el horno. Sálalas ligeramente y reparte unas hojas de perejil, a continuación prepara el aderezo.
Ralla el jengibre en un cuenco y añade los ajos también rallados, unos ocho gramos. A continuación añade la salsa yakiniku o una mezcla de salsa de soja, sake, mirin y azúcar (la misma cantidad que de la salsa indicada) y el aceite de oliva virgen extra, bate para emulsionar.
Cubre los cuerpos de las gambas con este aderezo y añade unas semillas de sésamo blanco si lo deseas. Introduce la bandeja en el horno cuando haya alcanzado la temperatura, y hornea las gambas durante siete minutos.
El tiempo de cocción puede variar según el grosor de las gambas, en este caso hablamos de gambas grandes o gambones, en siete minutos quedan poco cocidas, muy jugosas y tiernas. Si se prefieren un poco más hechas se pueden dejar un par de minutos más.
Acabado y presentación
Una vez retirada la bandeja del horno procede a emplatar inmediatamente para servir y disfrutar de las gambas recién hechas, no necesitan nada para acompañar, aunque seguro que gustará mojar un poquito de pan en la salsa que quede en el plato. ¡Buen provecho!