A ver qué os explicamos de esta receta de Galletas de avena y compota de manzana, si sólo con el nombre os lo decimos todo… Dos ingredientes son capaces de permitirnos disfrutar de unas golosas galletas muy nutritivas y saludables, y además están muy ricas, no se puede pedir más porque ya es obvio que estas galletas son muy fáciles de preparar ¿verdad?.
Pues sí, estas galletas no llevan huevo, ni harina, ni lácteos, no tienen grasas, son ideales para todos y especialmente para quienes padecen algún tipo de intolerancia alimentaria, incluso son estupendas para quienes quieren controlar la dieta y el aporte energético que consumen, pudiendo disfrutar de unas deliciosas galletas sin remordimientos.
Ingredientes (18 uds. aprox.)
- 100 gramos de copos de avena
- 200 gramos de compota de manzana casera.
Elaboración
Os recomendamos hacer la compota casera, ya sabéis lo sencillo que es, la fruta se cuece a fuego lento hasta que esté muy tierna, después se tritura y si se desea más espesa, se pone de nuevo a cocer a baja temperatura para que vaya evaporando agua (se puede llegar a hacer tan densa como esta mantequilla, pero no es necesario).
Unas manzanas dulces pueden ayudarnos a evitar tener que añadir endulzante a la elaboración de estas galletas, pero siempre podéis ajustar el punto de dulzor a vuestro gusto, sea con azúcar, miel o edulcorante.
La elaboración de las galletas es así de sencilla: pon en un cuenco los copos de avena y la compota, mezcla bien y cubre el recipiente, déjalo en el frigorífico para que repose y la avena se ablande, puedes hacerlo unas horas antes, nosotros solemos prepararlo por la noche para hornearlas por la mañana.
Cuando la masa, que será como una pasta, este lista. Precalienta el horno con calor arriba y abajo a 200º C. Toma porciones de la masa con una cuchara y ve depositándolas en la bandeja del horno cubierta con teflón o papel vegetal. Con la base de la cuchara, aplástala formando una capa fina y procurando que queden redondas, aunque la forma es lo de menos. También se podrían hacer gorditas, el resultado son unas galletas blandas.
Hornea las galletas de avena y manzana durante 20 o 30 minutos, según el grosor que les hayas dado, y después ponlas a enfriar sobre una rejilla. Quedarán ligeramente crujientes por fuera, pero son unas galletas tiernas. Una buena base de galletas caseras y saludables, que nos da pie a hacer algunas variantes, como incorporar extracto de vainilla, piel de cítricos rallada, unos frutos secos, chocolate…