Galletas con semillas de amapola

Estas Galletas con semillas de amapola son muy simples, la masa es muy parecida a la masa quebrada, aromatizada con vainilla, que igual podría ser con esencia de limón, de rosas o de violetas entre muchas otras opciones, y con unas semillas de amapola como cobertura, que le dan un rico sabor. Además, en las galletas nos gusta aumentar su crujibilidad utilizando un azúcar integral grueso.

Estas Galletas elaboradas con semillas de amapola son una opción para preparar una bandeja variada de galletas para las próximas fiestas navideñas, incluiríamos en ella las Galletas de canela y clavo, los Speculoos, las Galletas de mantequilla o las Galletas de lavanda y limón entre otras, para que haya para todos los gustos, seguro que no pueden faltar unas Galletas de chocolate.

Ingredientes

  • 200 gramos de harina de repostería
  • 100 gramos de mantequilla
  • 1 huevo
  • 90 gramos de azúcar moreno
  • unas gotas de esencia de vainilla
  • una pizca de sal
  • semillas de amapola.

Elaboración

Retira la mantequilla del frigorífico un rato antes para que este blanda. Pon en un cuenco la mantequilla con el azúcar, la pizca de sal y la esencia de vainilla. Añade el huevo batido y mezcla bien, finalmente incorpora la harina y trabaja la masa uniéndola bien.

Haz una bola con la masa, envuélvela en film transparente y déjala reposar en el frigorífico durante una hora o hasta que se endurezca un poco. Pasado este tiempo, extiende la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada o sobre un tapete de silicona.

Antes de extender totalmente la masa, que deberás dejar con un grosor de medio centímetro aproximadamente, cubre la masa con las semillas de amapola y adhiérelas bien a la masa con el rodillo.

Corta las masa con un cortapastas con la forma que prefieras, ve colocando las galletas en una bandeja de horno cubierta con una lámina de teflón y cuando estén todas preparadas, introduce la bandeja en el horno precalentado a 175º C durante 12 minutos o hasta que veas los laterales ligeramente dorados.

Cuando las galletas estén hechas, retíralas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Después puedes conservarlas en un tarro de galletas hasta el momento de consumo. Esperamos que os gusten.

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