Chips, chispas, gotas, perlitas, pepitas… la verdad es que no tenemos muy claro cómo llamar a esos pegotitos de chocolate que cambian de forma y tamaño según el fabricante, cuyo propósito es enriquecer con su preciado sabor cualquier elaboración de repostería. Nos gustaría saber cómo les llamáis vosotros, pero lo que más nos gustaría es que preparéis la receta con este ingrediente que hoy compartimos con vosotros, son unas deliciosas galletas con chips de chocolate, con la particularidad de que son sin mantequilla, pues es unas de las cosas que nos habéis pedido en varias ocasiones para personas que no pueden consumirlas.
Lo mejor de todo es que salen unas galletas deliciosas, y quienes consideran que la mantequilla es la mejor grasa para la pastelería y la repostería, también sabrán apreciar que estas galletas con chocolate y aceite de oliva virgen extra (aove) son una maravilla, además, muy fáciles de hacer. Así que ya podéis tomar nota de los ingredientes y si tenéis niños en casa, que se pongan también el delantal porque les encantará formar las bolas para hacer las que serán sus galletas favoritas. Al magnífico sabor que tienen, hay que sumar su textura crujiente, que es lo que se busca generalmente en las galletas caseras, ¿verdad?
Ingredientes (25-28 unidades)
- 1 huevo L
- 100 gramos de miel
- 60 gramos de aove suave
- unas gotas de extracto de vainilla
- 60 gramos de azúcar moscovado
- 80 gramos de azúcar blanquilla
- 160 gramos de harina floja
- 100 gramos de harina de avena
- 60 gramos de Maizena
- una pizca de canela
- 12 gramos de polvos de hornear
- 70 gramos de chips de chocolate.
Elaboración
En un bol, pon el huevo con la miel, el aceite y el extracto de vainilla, bate con las varillas y a continuación incorpora el azúcar moscovado y el azúcar blanquilla, vuelve a mezclar.
Mezcla la harina de trigo, la harina de avena, la Maizena, la pizca de canela y los polvos de hornear, tamiza y vierte poco a poco en la preparación anterior. Incorpora los chips o gotas de chocolate y mezcla.
Cuanto tengas una masa que puedas trabajar en con las manos, forma una bola, déjala en el bol, tápalo y deja reposar en el frigorífico unos 15 minutos como mínimo. Pasado este tiempo la masa estará un poco más dura, entonces forma bolitas de unos 25-30 gramos.
Ve poniendo las bolitas en la bandeja del horno cubierta con teflón o papel vegetal, dejando un poco de espacio entre ellas, necesitarás dos bandejas. Otra opción es hacer la mitad de la masa y la otra mitad envolverla en film transparente y guardarla en el frigorífico para hornearlas en otro momento, o incluso congelarla para otro día.
Deja la bandeja en el frigorífico mientras se calienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo, al menos unos 10 minutos. Cuando el horno alcance la temperatura, bájala a 180º C e introduce la bandeja con la masa de las galletas directamente de la nevera.
Hornea durante 15 minutos aproximadamente, puedes dejarlas un par de minutos menos si quieres que tengan el interior un poco tierno, y puedes darle un par de minutos más de horno si las quieres más secas y crujientes.
Retira la bandeja del horno y pasa las galletas con cuidado a una rejilla para que se enfríen y pongan crujientes.
Acabado y presentación
Las galletas con miel y chips de chocolate están listas para comer y disfrutar solas o mojando en un vaso de leche, café o tu bebida favorita. Pero no dejes de saborearlas solas y apreciar sus matices y su textura, son unas galletas caseras exquisitas. ¡Buen provecho!