Hoy toca un rico plato de pasta, Galets con salsa de salvia y requesón, un entrante con un sabor delicado e ideal para disfrutar cualquier día. Es bajo en grasas, ya que utilizamos leche evaporada y como véis, requesón. Además es muy nutritivo, aportándonos la energía necesaria para continuar con nuestra jornada.
Esta receta de galets con salsa es muy fácil de hacer, como casi cualquier elaboración de pasta, plato rápido y muy elegante en la mesa. Se puede hacer con otra variedad de pasta, preferiblemente que no sea una pasta fina para equilibrarla con la densidad de la salsa.
Ingredientes (4-6 comensales)
- 500 gramos de galets o caracolas grandes
- 500 gramos de leche evaporada
- 250 gramos de requesón
- 1 cebolla morada
- 1 diente de ajo grande
- 10 hojas de salvia
- 1 guindilla suave
- pimienta negra recién molida
- nueces picadas (opcional)
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración
Pon una olla grande con abundante agua a calentar, cuando empiece a hervir añade la cantidad de sal que desees y a continuación incorpora los galets. Cuece la pasta el tiempo necesario para que esté al dente.
Pon una sartén o cazuela amplia al fuego con un poco de aceite de oliva, pela la cebolla y pícala en brunoise, ponla en la sartén a fuego lento para que se vaya pochando. Pela y pica el diente de ajo, retira el rabito y las semillas de la guindilla y córtala bien fina. Lava las hojas de salvia y pícalas también pequeñitas.
Cuando la cebolla esté tierna y transparente, incorpora el ajo y deja que se dore, a continuación añade la leche evaporada, la guindilla, la salvia y salpimenta al gusto. Deja cocer la salsa a fuego medio-bajo hasta que empiece a espesar, ve removiendo de vez en cuando para que la leche no se agarre al fondo ni a los laterales del recipiente en el que se está haciendo la salsa.
Desmiga el requesón e incorpóralo a la salsa, deja cocer unos minutos más y prueba por si fuera necesario rectificar de sal o pimienta.
Emplatado
Sirve los Galets bien escurridos y báñalos con la cantidad deseada de salsa de salvia y requesón. Este plato está exquisito con unas nueces troceadas, aunque hoy no las hemos podido poner porque teníamos un invitado con alergia a los frutos secos (y le encantan) y nos hemos solidarizado ¡Que aproveche!