Conocemos distintos sistemas para evitar, en lo posible, las salpicaduras que se producen cuando cocinamos, tanto por el uso de utensilios específicos, como por el de algunos trucos que ya os hemos comentado, como utilizar un plato de papel o un colador, recursos prácticos y económicos, en el primer caso, o que no requieren comprar nada porque ya lo tenemos en la cocina, como suele suceder con el colador.
En el caso de los utensilios antisalpicaduras que podemos encontrar en el mercado, hemos visto pantallas, tapas multiusos, tapas abovedadas, tapas plegables… Recientemente conocíamos otro accesorio pensado para evitar las salpicaduras, en este caso está fabricado en silicona y se llama Frywall, lo que se podría traducir como ‘pared para freír’ pues su objetivo es frenar las salpicaduras.
El diseñador de este accesorio de cocina es Yair Reiner, quien en su momento presentó este protector de salpicaduras en una plataforma de micromecenazgo para conseguir financiación de personas que quisieran tener Frywall en su cocina, fueron más de 300. Y ahora ya está en el mercado, pudiendo elegir entre dos diámetros, el protector pequeño se adapta a sartenes de entre 24’5 y 27 centímetros de diámetro aproximadamente, y el grande es para sartenes de entre 29’5 y 32 centímetros de diámetro aproximadamente, además hay varios colores, verde, naranja, rojo y negro.
En la foto podéis ver que el sistema de este accesorio de silicona antisalpicaduras es muy simple, consiste en una especie de embudo con la boca muy ancha para que el cocinero tenga acceso para voltear o mover los alimentos y que no haya condensación de vapor y modifique el tipo de cocción.
Se recomienda utilizar con cualquier alimento o elaboración culinaria que salpique, por ejemplo, cuando se fríen croquetas, se cocina bacon, se hace salsa de tomate… De este modo la cocina se ensuciará mucho menos y dará menos pereza cocinar ciertas cosas que a menudo se desestiman para ahorrarse tener que limpiar con más énfasis la cocina.
Una de las diferencias de este antisalpicaduras con las tapas antes mencionadas es que cumple su función durante todo el cocinado, ya que no se debe retirar en ningún momento. En este sentido las tapas no son tan prácticas, tanto porque para mover los ingredientes hay que retirarlas y en ese tiempo salpica y ensucia todo su alrededor, como porque no da la misma libertad al calor de salir del recipiente de cocción, y en una fritura se requiere este escape.
El diseñador ensalza incluso la cualidad de convertir una sartén en un wok gracias a su accesorio antisalpicaduras, aunque con una superficie de cocción mayor, entre otras diferencias. Además, dice que es un wok de bolsillo, pues una de las características de este accesorio es que es plegable. Como ya os hemos comentado, es de silicona, y se puede enrollar para llevarlo donde haga falta y para guardarlo en el armario ocupando muy poco espacio.
Lavarlo también es muy fácil, tanto si se hace a mano, como si se introduce en el lavavajillas, y se garantiza que es un accesorio muy duradero, pues se trata de silicona 100% libre de Bisfenol A, y soporta temperaturas de hasta 230º C, mucho más de lo que puede alcanzar el aceite de una fritura.
Si queréis conocer más detalles, podéis acceder a la web del producto a través de este enlace, y si queréis comprar Frywall, dependiendo del país en el que estéis, podréis hacerlo en la misma web o en otra tienda online. Sobre el precio, rondan los 20 euros el pequeño y 27 euros el grande.