Los frutos rojos o frutos del bosque son actualmente un ingrediente más en nuestros platos gracias al cultivo. Aunque se anhelan las bayas silvestres, las que recolectábamos en los paseos por el bosque y teñían nuestras manos, no podemos dejar de aprovechar esta fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes que los frutos del bosque nos ofrecen.
Podemos incluir los frutos rojos en postres, salsas, ensaladas, como guarnición de carnes, en batidos, etc. Además tenemos una gran variedad de frutas del bosque para elegir. Una de las más consumidas son las grosellas, rojas negras o blancas, son ideales para elaborar confituras, decorar postres o proporcionar sabor a bizcochos, magdalenas o tartas, nos proporcionarán un delicioso sabor y un alto contenido de vitamina C, potasio y fibra.
Los arándanos también son muy solicitados sobre todo por quienes disfrutan de los sabores ácidos, aunque para suavizarlos, se suelen consumir combinados con ingredientes más dulces o también salados, ideales para mermeladas y salsas. Los arándanos también son ricos en vitamina C y hierro.
Las moras, que se pueden obtener del arbusto, la zarzamora, con un sabor más dulce o del árbol, la morera, es una baya con una buena fuente de vitamina E, muy beneficiosa para el sistema circulatorio, también tiene una buena dosis de vitamina C como el resto de bayas, resulta ideal para otorgar un sabor agridulce a platos salados y como no, para hacer mermeladas, compotas, tartas, etc.
Las frambuesas son verdaderamente exquisitas y también son ricas en vitaminas, como la C y la E, poseen un alto contenido en agua y fibra. Aportan además pequeñas dosis de calcio, potasio, magnesio y hierro. Su forma de consumo es innumerable, pero los helados y las mermeladas resultan deliciosos.
Se llevan la palma las fresas del bosque, tienen un sabor único, intenso y dulce. Aportan hierro, ácido fólico y salicílico, vitamina C y en menor proporción A y E. Son muy ligeras, el 85% es agua y se consumen de cualquier manera, al natural o en todo tipo de postres.
Las endrinas (el fruto con el que se elabora el pacharán) son menos demandadas como frutos de cultivo, estas bayas son parecidas al arándano en forma y color, pero de sabor es mucho más amargo, de ahí que se destine a la elaboración de licores que se consideran digestivos.
Algo similar sucede con los madroños, aunque éstos, si se recolectan bien maduros ofrecen un agradable y dulce sabor, quizá su alto contenido en alcohol y el haberse encontrado de forma abundante en casi toda la geografía española, le ha dejado un poco al margen.
Los frutos rojos ya no están de moda, pero continúan en las cocinas de grandes y pequeños cocineros, la facilidad de engalanar con aromas y colores los platos invita a ello, pero en lo que insistimos es en aprovechar su riqueza vitamínica.
También los productores nos lo ponen cada vez más fácil, si no queremos los frutos rojos frescos, los tenemos congelados y si no, liofilizados.