Dos nuevas investigaciones independientes realizadas por la Universidad de Chester y del Leatherhead Food Research (Reino Unido), concluyen que las frutas y verduras congeladas que podemos encontrar en un supermercado, son más nutritivas que el producto en fresco. Se ha determinado que dos de cada tres alimentos congelados, contienen más vitaminas y antioxidantes que sus homónimos frescos, más vitamina C, polifenoles, luteína, antiocianinas o beta-carotenos, al menos así se ha concluido en los análisis realizados.
Los investigadores realizaron más de 40 análisis, en un 66% de los casos, las frutas y las verduras congeladas superaban en valores nutricionales a las frutas y verduras frescas. Los expertos explican que estos valores más elevados son similares a los que se registran en frutas y verduras recién recolectadas y que son almacenadas para su posterior distribución. Parece ser que dependiendo de la variedad, la diferencia es más o menos significativa, en algunos casos es muy notable.
A muchas frutas se les saca brillo y se colocan perfectamente en los expositores, incluso se nebulizan con agua para que tengan una excelente apariencia de frescura, sin embargo la realidad es bien distinta, es posible que estos alimentos hayan sido recolectados y almacenados durante unas semanas antes de que lleguen a los establecimientos. En ese periodo de tiempo van degradándose y algunos nutrientes van desapareciendo. En cambio las frutas y verduras congeladas se recolectan, se preparan y se congelan inmediatamente, por lo que se conservan niveles más elevados de vitaminas y antioxidantes.
Los productos sometidos a estudio, tanto los frescos como los congelados, se adquirieron en cuatro de las principales cadenas de supermercados del Reino Unido, posteriormente estos productos se almacenaron en los laboratorios por un periodo máximo de tres días, simulando el comportamiento de los consumidores. Tras este periodo se procedió al análisis del aporte nutricional de cada uno de los alimentos.
Ambos estudios llegaron a la misma conclusión, las frutas y verduras congeladas son tan o más nutritivas que el producto en fresco, por lo que aconsejan no restar valor a los congelados y no creer que los alimentos frescos siempre son la mejor opción, sobre todo si se adquieren en supermercados o ciertos comercios que no nos dan garantías de frescura. Como decíamos, el problema radica en el tiempo que estos productos pasan almacenados, si los recibiéramos recién recolectados, indudablemente se debería apostar por ellos. Con el pescado ocurre algo similar, el producto se congela en alta mar, prácticamente acabado de pescar, en cambio el pescado fresco puede tardar algunos días en llegar a los centros de distribución, sobre todo si procede de los mares de otros países.
Veamos algunos ejemplos de los estudios, los investigadores analizaron el brócoli congelado, determinaron que su contenido en vitamina C y luteína era mayor, en lo que respecta al contenido de beta-caroteno éste llegaba a ser hasta 4 veces superior al del brócoli fresco, en cambio, en lo que respecta a los polifenoles, el contenido era mayor en un producto fresco. En el análisis de las zanahorias se determinó que el alimento congelado contenía tres veces más luteína y el doble de beta-carotenos que las zanahorias frescas. Un alimento que tuvo mayor aporte nutricional en todos los valores analizados fueron las coles, pero claro, también existen excepciones, en el caso de las espinacas el producto en fresco contenía más nutrientes que las espinacas congeladas.
Con otros alimentos como los arándanos o las judías verdes, los investigadores determinaron que los congelados contenían más vitamina C, polifenoles y antiocianinas que los frescos. La conclusión es que los alimentos congelados pueden ser equivalentes nutricionalmente a los alimentos frescos. Ahora bien, hay un detalle muy importante a destacar sobre si las frutas y verduras congeladas son más nutritivas que las frescas, pues a pesar de que se consideren estudios independientes, las investigaciones han sido financiadas por la Federación Británica de Alimentos Congelados (BFFF), por lo que evidentemente pueden levantar sospechas y recelo.
Esto obliga a realizar nuevos estudios y por supuesto, que no tengan nada que ver con la industria del congelado, para que ratifiquen o desmientan los resultados obtenidos en las investigaciones que se han realizado. El problema es, a ver quién paga este tipo de estudios…
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2 comentarios
Cada vez soy más escéptico frente a este tipo de estudios. ¿Por qué se hacen? ¿Quién está detrás? ¿Qué productos han utilizado para el estudio? Sin duda hay alimentos ultracongelados al momento que, lógicamente, guardarán gran parte de sus nutrientes, pero no todos los que se venden frescos están degradados, dependerá de si los compramos en una grande superficie o en un mercado local en el que los productos están recién recolectados. En cualquier caso, la lectura de este post me reafirma en que en la medida de lo posible debemos consumir productos de temporada lo más cercanos posibles siguiendo la filosofía «Kilómetro 0». Viviremos más y mejor.
Muy interesante.
Estoy convencida de que, además, la fruta se recoge cada vez más verde, sin madurar, por lo que sus nutrientes y vitaminas son aún menores de lo que nos pensamos.
Me gustaría saber si también la experiencia subjetiva al comer la fruta congelada era similar a la sentida al comerla fresca. Pongo como experiencia el típico melocotón superapetitoso que cuando lo muerdes sabe a cartón pq ha estado en cámara varios días (además de que se recogió verde) y, claro, así es imposible que tenga la misma textura, olor o sabor. Eso sí, la pinta es indiscutible, desgraciadamente…