El Frosting de chocolate puede ser uno de los más requeridos en pastelería y repostería, y es el que os vamos a mostrar hoy. Además, en esta ocasión os enseñamos un frosting cuya base es la mantequilla, a diferencia de los que ya habéis podido ver en Gastronomía & Cía, como el Frosting de queso, el Frosting de amaretto o el Frosting de vainilla.
Sobra decir que el Frosting de chocolate servirá para cubrir bizcochos, tartas o cupcakes, entre otros, y también para rellenarlos. También se puede poner como detalle en un postre de frutas frescas o asadas, ¿os gustaría probarlo sobre unos plátanos fritos?. Por cierto, el cacao a utilizar en este frosting de chocolate puede ser el puro, que es el que nos gusta a nosotros, o también alguno más suave, una opción es mezclar el cacao puro con leche en polvo, esperamos que os guste la receta.
Ingredientes
- 40 gramos de cacao puro en polvo
- 200 gramos de azúcar glas
- 150 gramos de mantequilla
- 50 gramos de mascarpone
- 1 vaina de vainilla (o unas gotas de esencia de vainilla)
- un poco de leche, la cantidad necesaria para obtener la textura y densidad deseada para el frosting.
Elaboración
Para hacer este frosting con base de mantequilla, conviene sacarla del frigorífico un rato antes para que esté blanda, en caso de urgencia u olvido, puedes leer el post Ablandar mantequilla rápidamente.
Una vez que tengas la mantequilla en textura pomada, prepara el azúcar glas y el cacao en polvo, pesa ambos ingredientes y mézclalos en un recipiente para después pasarlos a tamizar. Pon la mantequilla en un cuenco amplio con el mascarpone y ve dejando caer el azúcar con el cacao por el tamiz.
Añade las semillas del interior de la vaina de vainilla o la esencia, y mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, añade unas gotas de leche a temperatura ambiente si es necesario aligerar un poco la crema.
El Frosting de chocolate ya está listo para enriquecer tu tarta, si no lo tienes que utilizar inmediatamente, consérvalo en el frigorífico tapándolo con film transparente que entre directamente en contacto con la crema, pero recuerda sacarlo un rato antes de extenderlo sobre el bizcocho.