Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga trabajan con fresas manipuladas genéticamente para lograr que durante la maduración conserven una textura firme y no se degraden tan rápidamente. ¿Cuántas veces hemos comprado unas fresas cuyo aspecto es magnífico y apenas en un solo día han comenzado a degradarse y reblandecerse?, este es el problema que pretenden solventar los investigadores mediante la biotecnología.
Los expertos del Área de Fisiología Vegetal de la Facultad de Ciencias de la mencionada universidad desarrollan fresas manipuladas genéticamente inhibiendo dos genes, por un lado el gen responsable de la producción de pectato liasa, una enzima liasa o catalizadora de la ruptura de enlaces químicos en compuestos orgánicos, concretamente la rotura de las moléculas de pectina presente en la pared celular vegetal. El segundo gen sería el responsable de la poligaracturonasa, una enzima hidrolasa, capaz de hidrolizar un enlace químico (reacción química entre el agua y otra sustancia).
La inhibición de determinados genes en las fresas daría lugar a fresas con mayor vida útil y una textura más firme, eliminando el problema del rápido reblandecimiento en su punto óptimo de maduración. Sin embargo, la pregunta a plantear sería, ¿se verán alteradas las cualidades organolépticas de las fresas?, parece ser que no, de momento la investigación continúa avanzando y se evalúa el efecto que produce sobre el fruto el silenciamiento de los genes mencionados, evitar que degraden la pared celular durante la maduración permitiría evitar cuantiosas pérdidas económicas debido a la reducida vida útil óptima de las fresas.
Estamos a punto de iniciar el año 2010 y por lo visto, el trabajo de investigación lleva en marcha casi 20 años, se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación que surgió en un contexto europeo en el que se propusieron distintas líneas de investigación, los expertos de la Universidad de Málaga se decantaron por descifrar el papel de los genes responsables de la degradación de la pared celular y por tanto de la dureza de las fresas.
Es difícil saber cuándo alcanzarán el mercado las fresas manipuladas genéticamente, los investigadores indican que por el momento no se pueden comercializar este tipo de frutos. En Agroinformación hablan de fresas transgénicas, pero creemos entender que se habla de manipulación o modificación genética del propio fruto, sin que se haya producido transferencia de ADN de otro organismo, por tanto, quizá no sería la descripción más acertada indicar que son fresas transgénicas, aunque si manipuladas mediante ingeniería genética.
La investigación ha dado como resultado nuevas variedades de plantas de fresas que producen frutos más firmes y duraderos, a fin de cuentas lo que se persigue es obtener una vida útil más prolongada de las fresas tras ser recolectadas (postcosecha). Los especialistas insisten en que la silenciación de los genes mencionados no afecta a otras cualidades del fruto, como el peso o el color, pero no se habla del sabor o el aroma, aspectos fundamentales que seducen el paladar, precisamente existe un punto de reblandecimiento en el que las fresas expresan al 100% todas sus cualidades.
Como decíamos anteriormente la investigación prosigue, se conocen las causas del reblandecimiento y se han logrado silenciar los genes, pero queda trabajo hasta lograr unas fresas únicas en su género. Posiblemente no tardaremos mucho en conocer nuevos resultados.
Más información | Andalucía Investiga
Foto | Paraflyer