Ayer se dio a conocer una decisión que afectará a quienes están en contra de los alimentos transgénicos, Francia acepta el maíz transgénico y se anula la cláusula de salvaguardia o principio de precaución que se adoptó en el año 2008 y de la que hablábamos en el post Francia formaliza la prohibición de cultivar maíz Mon 810.
Se trata de una decisión adoptada por el Consejo de Estado del país, tras conocer el veredicto del Tribunal de Justicia Europeo a favor de la siembra de maíz transgénico. Recordemos que de este tema ya hablamos en el post Francia se equivocó al prohibir el maíz transgénico, una de las razones para invalidar el principio de precaución ha sido que se utilizó la Directiva de 2001 sobre la liberalización intencional de Organismos Modificados Genéticamente en vez de utilizar como base legal el Reglamento de 2003 sobre alimentos y piensos modificados genéticamente. Sin embargo, parece ser que el Gobierno de Francia mantiene su oposición a la siembra de este alimento modificado genéticamente y ya está estudiando nuevas fórmulas que impidan su cultivo en suelo francés.
Es un problema que no exista un acuerdo entre el gobierno del país y el Consejo de Estado francés, parece que no coinciden en los objetivos e intereses para Francia. Como ya sabemos, el Consejo de Estado es un órgano supremo consultivo del gobierno, que funciona como última instancia de la jurisdicción administrativa, éste debe ser consultado por el Gobierno en la toma de determinadas decisiones y especialmente en todo lo que compete a la adopción de los proyectos de ley. Sabiendo esto, resulta difícil creer que el gobierno logre sus propósitos, se podría decir que está a punto de caer uno de los bastiones que se han opuesto firmemente al cultivo de maíz modificado genéticamente.
Posiblemente es una buena noticia para Monsanto, la compañía responsable del maíz Mon 810, pero tras conocer la decisión de que Francia aprueba el maíz transgénico, no deberá cantar victoria precipitadamente aunque el panorama sea muy favorable para sus intereses, hay que intentar confiar en las soluciones que van a buscar los Ministerios de Agricultura y de Ecología para lograr implantar nuevamente el principio de precaución, algo muy complicado por cierto. El Gobierno asegura que se sigue dudando sobre la inocuidad de este producto y cita la información facilitada por el Alto Consejo de Biotecnología francés mostrando su preocupación. Pero como decíamos, el Consejo de Estado francés es un órgano supremo con gran poder y tras estimar que no existen pruebas de peligrosidad, da carpetazo al asunto levantando el principio de precaución.
Será interesante retomar la lectura del post ¿El maíz transgénico Mon810 no es peligroso?, en él podíamos conocer un informe de la AFSSA (Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos), responsable de evaluar los riesgos nutricionales y sanitarios de los alimentos para la salud, concluyendo que el Mon 810 no ofrecía ningún problema. Esto sumado al veredicto del Tribunal de Justicia Europeo, y a las presiones legislativas de Monsanto que no dudó en recurrir al Consejo de Estado, ha cambiado por el momento la situación.
Hay que volver a decir que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, además de aludir al mal uso de la directiva y el reglamento, recuerda que los países comunitarios no pueden adoptar determinadas medidas de urgencia como el principio de precaución que se adoptó en su momento, si no se puede demostrar que el maíz transgénico no es un problema para la salud humana, animal o medioambiental. Al parecer, esta decisión para la organización ecologista Greenpeace oculta el verdadero problema, indica que desde el año 2008 no se ha dado a conocer ningún estudio científico de rigor que elimine el riesgo de los alimentos transgénicos como los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar.
A la decisión del Consejo de Estado de Francia, se suma la organización de productores de semillas Iniciativas Biotecnológicas Vegetales (IBV), ésta solicita al Gobierno que valide y ponga fecha a la libertad de poder cultivar alimentos modificados genéticamente como el maíz Mon 810 en suelo francés, alude para ello a las razones expuestas por el Tribunal de Justicia Europeo. Da la impresión de que poco van a poder hacer los Ministerios de Agricultura y de Ecología del país, resulta curioso que esta decisión se haya adoptado tras la que os comentamos, que los países de la Unión Europea sean quienes decidan individualmente sobre el cultivo de transgénicos, recordemos que se trata de una renacionalización de este tipo de decisiones siendo cada país el que decida si cultivar o no estos alimentos.
Seguramente pronto conoceremos más noticias, ¿se iniciará una escalada de cultivo de campos transgénicos en Francia?