Cada vez se alzan más voces en el mundo pidiendo que se deje de utilizar el glifosato, principal componente activo del herbicida Roundup que fue considerado por el IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) como un posible agente cancerígeno para los seres humanos. En el mes de mayo conocíamos una campaña de Greenpeace solicitando la colaboración de los internautas para que firmaran una carta dirigida a la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y al Ministro de Sanidad, pidiendo que se tomen las medidas oportunas que faciliten la prohibición del uso del herbicida en nuestro país.
Posteriormente conocíamos otra iniciativa llevada a cabo en California (Estados Unidos), para incluir el glifosato en la lista de productos peligrosos para la salud que aparecen en la ley conocida como Proposición 65, en ella se incluyen aquellos productos químicos que han sido clasificados por la Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California como productos peligrosos por el potencial riesgo de provocar defectos de nacimiento o cáncer. De hacerse efectiva la inclusión, se obligaría a que todos aquellos productos y alimentos en los que estuviera presente el glifosato, fueran etiquetados con mensajes de advertencia. Ahora podemos conocer otra iniciativa llevada a cabo por Foodwatch Francia, en la que se exige la aplicación del principio de precaución con el glifosato.
Foodwatch Francia es una asociación de consumidores de origen alemán que lucha para defender los intereses y derechos de los consumidores, ha puesto en marcha una campaña en colaboración con la Liga contra el Cáncer, organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es informar, educar y prevenir para luchar eficazmente contra el cáncer, para recoger firmas solicitando a la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) que aplique el principio de precaución y no renueve la autorización del uso del glifosato en suelo comunitario.
Recordemos que la autorización para el uso de este producto expira a finales de año, por ello la EFSA inició una evaluación de los resultados del IARC, así como la correspondiente reevaluación del herbicida. Hay que recordar que desde el año 2002 la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea es la responsable de la revisión de las sustancias activas utilizadas en los productos fitosanitarios de la UE, tarea que lleva a cabo la Unidad de Plaguicidas. Las sustancias activas de productos fitosanitarios sólo se aprueban si se constata que no tendrán efectos nocivos para la salud humana, animal o medioambiental, de ahí que la EFSA revise además de sus datos, los aportados por el IARC.
Foodwatch Francia recuerda a la UE que su deber es proteger a los ciudadanos y la aplicación del principio de precaución es una herramienta legislativa que permite tomar las medidas políticas oportunas para evitar cualquier posible riesgo para la salud. En las próximas semanas la EFSA debe comunicar su veredicto a la Comisión Europea, siendo este organismo el que decidirá si se renueva o no el permiso para el uso de los productos fitosanitarios que contienen glifosato, en caso de que se renueve, el permiso tendrá una vigencia de 10 años. Evidentemente las compañías biotecnológicas cuyos productos están asociados al glifosato temen que no se produzca dicha renovación.
La Plataforma Glifosato Francia, plataforma que anuncia transparencia sobre la seguridad de la utilización de herbicidas con glifosato en Europa, ha lanzado un comunicado en el que manifiesta no estar de acuerdo con las conclusiones del IARC, indicando que su evaluación no constituye una evaluación de riesgos, esto es algo obvio dado que es parte interesada en el uso de la sustancia. Recuerda que muchas autoridades reguladoras de todo el mundo durante más de 40 años han confirmado que el glifosato no representa ningún riesgo inaceptable para los seres humanos, los animales o el medio ambiente, básicamente se puede decir que ha contestado lo mismo que respondió Monsanto al dictamen del IARC. Esta plataforma recuerda que la diferencia entre “peligro” y “riesgo” es, en muchas ocasiones, mal interpretada, sin una evaluación de riesgos los peligros pueden ser identificados, pero la probabilidad o grado en que pueden causar daño no se puede medir, por lo que consideran que es importante poner en perspectiva la conclusión dada sobre el glifosato.
Foodwatch y la Liga contra el Cáncer recuerdan que el artículo 21 del Reglamento Europeo Nº 178/2002 es categórico, en circunstancias específicas en las que existe un riesgo para la vida o la salud, existiendo incertidumbre científica, el principio de precaución es un mecanismo para determinar las medidas de gestión del riesgo u otras acciones para asegurar un nivel elevado de protección de la salud. Por otro lado, a Foodwatch y a la Liga contra el Cáncer les preocupa saber que varios expertos del BFR (Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania), instituto designado por la EFSA para realizar la evaluación del informe emitido por el IARC, trabajan en algunas compañías biotecnológicas, por lo que existe el riesgo de que dicho informe sea desestimado porque existe un conflicto de intereses entre los que deben realizar la evaluación.
Foodwatch Francia exige la aplicación del principio de precaución con el glifosato y por ello pide la colaboración ciudadana para que firmen una petición, la organización considera que es necesario que los consumidores sumen sus voces para que no se renueve el permiso para el uso del glifosato, ya que supondría sufrir 10 años más la presencia en Europa de un producto peligroso, pero que reporta cuantiosos beneficios a las grandes compañías biotecnológicas. A través de la página de la organización de consumidores podréis conocer todos los detalles de esta iniciativa.
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