Acabamos de conocer FoodCloud, una aplicación concebida para reducir el desperdicio alimentario, como otras tantas de las que hemos hablado, pero su modus operandi es distinto, tiene el cometido de conectar a los productores, supermercados y fabricantes de alimentos, con organizaciones humanitarias, como por ejemplo los bancos de alimentos o los albergues. La app es una plataforma sencilla de utilizar que permite a la industria alimentaria informar a la logística de FoodCloud sobre sus excedentes, dónde y cuándo estarán disponibles.
Un supermercado puede tener comida que está en perfecto estado, pero por algún motivo no la puede vender, por estar próxima su fecha de caducidad, por un stock excesivo, por estar deteriorado el envase, etc. Tras enviar la información, los productos se recogen y envían a un almacén FoodCloud, encargado de dar a conocer la partida de alimentos. Utilizando la aplicación se introducen los datos de los alimentos recibidos en la base de datos con la ayuda de un escáner, detallando el tipo de alimento y su descripción, esta información la reciben las organizaciones benéficas locales que están vinculadas al almacén FoodCloud, las interesadas simplemente tendrán que responder aceptando la partida previamente repartida en lotes, para posteriormente ir a recogerla.
Los responsables de la aplicación comentan que todo el mundo gana, las organizaciones benéficas tienen un mayor y más fácil acceso a un suministro de alimentos, y las empresas reducen el desperdicio alimentario contribuyendo con su comunidad de una forma efectiva y significativa, ayudando a los más necesitados. Claro, que el transporte y el almacenamiento de los alimentos tiene un coste, en este caso es el almacén FoodCloud el que se encarga de estos servicios, las empresas y las organizaciones humanitarias sólo deberán pagar una cuota nominal por este servicio.
Actualmente FoodCloud conecta a granjas, fabricantes y distribuidores de toda Irlanda con las organizaciones benéficas, y se encarga de redistribuir todo tipo de excedentes alimentarios. Funciona bajo el amparo del Programa FEAD (Fondo de Ayuda Europea para los más desfavorecidos), programa de la Unión Europea para ayudar a las personas a dar sus primeros pasos para salir de la pobreza y la exclusión social.
El problema que puede tener la aplicación y todo lo que le rodea es que no resulte interesante para la industria alimentaria, sobre todo sabiendo que actualmente hay aplicaciones en el mercado que permiten vender los alimentos con un descuento interesante. Aunque sea poco, la industria recupera parte de los beneficios que esperaban obtener, algo que no ocurre con una donación. De todos modos, puede haber grandes excedentes o la imposibilidad de vender un producto aunque sea con descuento, en este caso se podría recurrir a FoodCloud.
El sistema garantiza un transporte y almacenamiento correcto, los alimentos se recogen en vehículos refrigerados si es necesario y se distribuyen con las máximas garantías de seguridad. La idea es interesante, ya que las empresas no podían almacenar los excedentes esperando que fueran recogidos. Se soluciona también el problema de espacio y conservación de los productos que pueden tener las organizaciones benéficas.
Por otro lado, hay que destacar que hasta no hace mucho las empresas eran reacias a donar alimentos, ya que tenían toda la responsabilidad sobre los alimentos donados, pero en los últimos años, en varios países se han puesto en marcha leyes que protegen a las empresas de toda responsabilidad sobre los alimentos donados, por lo que esta cuestión ya no supone un impedimento para donar. Podéis conocer más detalles sobre el funcionamiento de la aplicación y el sistema de almacenes que gestionan los productos alimentarios a través de este enlace a su página web.