Hoy os vamos a hablar de un vino algo particular que creemos que a muchos os gustará probar, se trata de Flor de Rocío, un vino de Dionisos, denominada La Bodega de las Estrellas. Se trata de una bodega familiar que desde hace unos 30 años elabora sólo vinos ecológicos, pero es una bodega con más de 200 años de antigüedad, cuando en Valdepeñas llagaron a haber 500 bodegas tradicionales, una casa solariega y una bodega en el centro de la ciudad, pero cuentan que ahora es la única que queda.
Actualmente la bodega está en manos de la cuarta generación, de Dionisio de Nova García, Ingeniero Técnico Agrícola que retomó la actividad en el año 1995, después de que cesara cuando su padre se jubiló. Dionisio de Nova Morales fue quien adaptó las instalaciones para mejorar las condiciones de elaboración de los vinos, obteniendo el primer vino de agricultura biológica con uvas de su propia cosecha en 1984, y convirtiendo a Dionisos en la primera bodega de Castilla-La Mancha en elaborar este tipo de vinos.
Esta bodega está comprometida con la Tierra y la calidad de sus frutos, por ello huyen de los vinos de elevada producción, entienden la elaboración de vino con una parte de alquimia, así que la instalación tradicional de la bodega retoma la relevancia que merece para elaborar y guardar vino en tinajas, en una cueva, como una seña de identidad. Bodegas Dionisos elabora vinos sólo de uva (100% natural), con sus propias levaduras, y tienen dos gamas, los Vinos Tradicionales y los Vinos ‘Al Compás de la Luna’, es decir, vinos que se elaboran teniendo en cuenta los ritmos y ciclos de la Luna y de las estrellas, con lo que aseguran conseguir distintos perfiles de vinos.
Es de uno de estos vinos del que os vamos a hablar, se llama Flor de Rocío, un Vino de la Tierra de Castilla elaborado con 100% Syrah, y que recientemente fue galardonado en el XVII Concurso Internacional de Vinos Ecológicos con el Ecoracimo de Oro 2016. Esta bodega cuenta con varios viñedos en los que trabajan con las variedades Airén, Cencibel, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Verdejo y la mencionada Syrah, ésta forma parte de sus viñedos desde el año 2000.
En la finca El Conuco es donde se cosecha la Syrah para elaborar el vino Flor de Rocío, vendimian a mano, en un concreto momento del ciclo de la Luna y a primera hora de la mañana. Las uvas son dos veces seleccionadas se someten a una maceración/fermentación intracelular sin oxígeno (maceración carbónica), después de 17 días se realiza un ligero filtrado y se embotella a principios del año siguiente de su cosecha.
Para el consumo del vino Flor de Rocío se recomienda tener en cuenta el calendario de catas Al Compás de la Luna, pues aseguran que si coincide el momento del descorche en un día de la misma influencia en que el vino fue cultivado y elaborado, se completa y refuerza su carácter. Esto nos ha parecido difícil de corroborar con una botella, pero si vosotros queréis ampliar información o conocer más detalles de este tipo de agricultura, podéis acceder a la web de la bodega donde está todo explicado.
Lo cierto es que el vino Flor de Rocío que probamos, cosecha de 2013, nos mostró un vino diferente, suave, elegante y con un carácter particular. En la cata nos encontramos visualmente con un vino de color brillante y tonos malvas, en nariz llegan los aromas de los frutos rojos, que se aprecian ligeramente en boca, con una acidez equilibrada, sin astringencia, de paso fácil.
Es un vino biodinámico para probar, además es fácil que armonice con ensaladas de pasta, arroces, carnes blancas, pescados… Si queréis conocer más detalles o comprarlo, lo tenéis todo en la web de la bodega, es un vino accesible, pues su precio es de 13 euros. Seguramente sabe mejor conociendo la bodega primero, si accedéis a su página veréis que tienen mucho que enseñar, y si realizáis turismo enológico puede ser también una interesante opción.