¿Qué nombre le pondríais a un sándwich o bocadillo de pan de molde que se come en dos o tres bocados? Posiblemente no se inventaría ningún nombre nuevo, simplemente se especificaría que es un mini sándwich o un sándwich pequeño, según las zonas del país le llamaríais montadito, canapé, pincho… Pues los ingleses denominan a este bocado los nombres que veis en el titular, finger sándwich o tea sándwich.
La traducción literal de estos términos es sencilla ‘finger’ es dedo y ‘tea’ es té, así que ya sabemos qué es un finger sándwich o un tea sándwich, es un sándwich de dedo o un sándwich de té, es decir, un pequeño sándwich que se come en dos o tres bocados, pero hay algunas características más a destacar sobre este preparado tradicional inglés y las vamos a ver a continuación.
En primer lugar hay que decir que los sándwiches de té o de dedo se preparan tradicionalmente para servir a la hora del té (de ahí su nombre), ya sabéis que es una costumbre de los británicos que inició la aristocracia en el siglo XVIII, para apaciguar el apetito antes de la cena. La hora del té suele ser a las cinco de la tarde, y para acompañar la infusión se prepara un pequeño aperitivo, pueden ser galletas, pastelitos, scones o los mencionados bocadillos de té.
Estos pequeños sándwiches se distinguen por su cuidada preparación y presentación. Normalmente se hacían con pan de molde blanco, aunque en la actualidad también triunfan los panes de cereales integrales, con semillas, con masa agria. Una vez preparado el sándwich con las rebanadas completas, se corta la corteza para retirarla, y después se cortan los tea sándwich de formas distintas, a menudo los podremos ver con forma rectangular (o de dedo), redondos, cuadrados… incluso se pueden utilizar cortadores de galletas para darles formas más trabajadas.
En cuanto a los rellenos de estos mini sándwiches, pues podéis imaginar que se han modernizado, como ha sucedido con el tipo de pan que se emplea, con lo que pueden contener cualquier cosa siempre que sea un relleno que no dificulte comer el sándwich de té cómodamente. Tradicionalmente, se piensa en un relleno fino, con algún alimento untable como la mantequilla, el queso crema, la mayonesa, la mostaza… añadiendo algunos vegetales, como hojas verdes, rábanos, tomates, aceitunas, pepino, etc.
El sándwich de pepino se considera el tea sandwich por excelencia, se elabora con láminas finísimas de pepino y el pan se unta con mantequilla. Es quizá el más ligero de los clásicos, no es equilibrado en nutrientes porque es muy bajo en proteínas, pero no se buscaba que constituyera una comida completa. De hecho, el sándwich de pepino se asocia a la clase alta de la Gran Bretaña victoriana, que podía darse el lujo de consumir alimentos poco energéticos porque su día a día era ocioso. Mientras que la clase trabajadora prefería bocadillos más saciantes para poder mantener su actividad.
Otros sándwiches de té clásicos ya los conoceréis porque se han popularizado en muchos países, como el sándwich de salmón ahumado con queso crema, el de mermelada, el de huevo o el de ensaladilla con huevo… Pero, lo dicho, hoy en día se preparan mini sándwiches con los que se busca sorprender, disfrutar de nuevas combinaciones y sabores, y no sólo para la hora del té, los finger sándwiches son ideales para servir aperitivos en todo tipo de fiestas, cócteles y demás.
Próximamente veremos algunas recetas de sándwiches de té deliciosas, fáciles de preparar y con buenos consejos para que se mantengan perfectos hasta el momento de servirlos. ¿Tenéis algunas preferencias?