Esta mañana ha tenido lugar la entrega del premio Cocinero Revelación Madrid Fusión 2019, y como habéis podido leer en el titular, el galardón ha sido para Fernando Alcalá, chef y propietario del restaurante Kava de Marbella (Málaga) que se ha impuesto al resto de nominados. Recordemos que fue el pasado mes de diciembre cuando se dieron a conocer los siete candidatos a obtener este preciado título cuyo objetivo es dar a conocer al gran público a jóvenes cocineros (de hasta 30 años) que tienen una buena trayectoria profesional, que han destacado especialmente en el último año y que tienen un prometedor porvenir.
Junto a Fernando Alcalá, estaban nominados los cocineros Clara Puig de la Bellacasa y Borja Susilla del Restaurante Tula de Jávea, Rebeca Barainca y Jorge Asenjo del restaurante Galerna de San Sebastián, Rafel Muria del restaurante Els Quatre Molins de Cornudella de Montsant de Tarragona), Jorge Moreno del Restaurante Voraz de Alicante, María Gómez del restaurante Magoga de Cartagena y Joaquín Serrano del restaurante Efímero de Madrid. Cabe señalar que también se ha nombrado a los clasificados en segunda y tercera posición, y han sido María Gómez del restaurante Magoga, y Clara Puig y Borja Susilla del restaurante Tula respectivamente.
La decisión de estos reconocimientos y de quién merecía ser proclamado Cocinero Revelación 2019 ha estado en manos de un jurado formado por más de 80 críticos gastronómicos profesionales y aficionados a la gastronomía de la geografía española, así que Fernando Alcalá se une a la lista de ganadores de las ediciones anteriores, ellos son: Carmelo Bosque, David Yárnoz, Íñigo Lavado, Ricard Camarena, Vicente Patiño, David Muñoz, Rodrigo de la Calle, Jaime Tejedor, Óscar Calleja, Jesús Segura, Iago Castrillón, Daniel Ochoa y Luis Moreno, Diego Gallegos, Javi Estévez, Jesús Moral y Nanín Pérez.
Para quienes no conocíamos a Fernando Alcalá, en el momento de dar a conocer a los candidatos, la organización del certamen lo presentaba así: Fernando Alcalá es un joven abogado de 27 años que dejó la toga para abrazar las sartenes. Renunció a una brillante carrera jurídica y al bufete en el que trabajaba en Zúrich para dirigir su propio restaurante en Marbella, su ciudad natal, donde posee un restaurantito con pocas mesas. Se trata de un chef autodidacta que ha leído, ha viajado por medio mundo y ha estudiado a fondo la esencia de múltiples cocinas. Posee la cultura propia de un gourmet entusiasta de los vinos y la comida. Brinda una carta de 10 platos que cambia cada mañana a partir de los ingredientes locales. Productos que trata con una técnica y creatividad que entusiasman y con los que consigue reinventarse a diario.
El joven chef y propietario del restaurante Kava ha recibido con mucha emoción este premio, es un aliciente más para seguir trabajando en la misma línea y con la misma filosofía, evolucionando su concepto de restaurante, desplegando todas sus armas para posar ante los comensales su creatividad culinaria y su talento. La formación culinaria es muy importante y beneficiosa para quien la realiza, se puede avanzar mucho más rápido que siendo autodidacta, pero Fernando Alcalá es un ejemplo (y hay muchos más) de que más importante que ir a una escuela es lo que nace del interior de quien se quiere dedicar a cocinar y a hacer feliz a quien se siente en su mesa.
Foto | @kavamarbella