Nosotros ya hemos pedido un deseo, no esperamos al brindis navideño, ni a las ‘Uvas de la Suerte’, ni a soplar las velas de un cumpleaños… los deseos hay que perseguirlos, como los sueños, hay quien los convierte en objetivos y así no hay duda de que se van a alcanzar. Aunque para que el deseo que hemos pedido se cumpla, para alcanzar nuestro sueño, para lograr nuestro objetivo, no podemos ir solos.
Pero no tenemos ninguna duda de que no somos los únicos que hemos pedido este deseo, somos muchos los que queremos pasar estos días con nuestros seres queridos, y hemos estado a punto de conseguirlo. La Navidad pasada no lo hicimos tan mal, ¿no? Y pudimos celebrar tiempo después todo lo que se había quedado pendiente.
Esta Navidad al final ha habido que acotar las mesas, reducir los comensales, pero haciendo esto es posible que nos podamos reunir en Nochevieja, en Año Nuevo, el Día de Reyes… Si de nuevo hay que celebrar una Navidad distinta para poder celebrar muchas navidades juntos, lo haremos, porque ese es nuestro deseo, nuestro sueño y nuestro objetivo.