Hacer vino en familia, esa es la filosofía de Bodegas Félix Callejo y es así porque permanecen unidos, se compenetran y complementan a la hora de elaborar, criar, promocionar y vender el vino.
Esta familia empezó su andadura en el año 1989 y no de casualidad, ya que Don Félix Callejo dio continuidad a lo que su abuelo y su padre ya se dedicaban en un pasado, a producir y comercializar vino en Sotillo de la Ribera (Burgos) donde, con los conocimientos y experiencia que adquirió de ellos, llevó a cabo y levantó lo que hoy es Bodegas Félix Callejo.
Ahora son sus hijos los que le toman el relevo y forman la cuarta generación que continúa esta tradición vinícola. La responsabilidad de que de las uvas salgan deliciosos caldos recae en José Félix Callejo, de la exportación y distribución internacional se encarga Cristina Callejo y del departamento comercial y distribución nacional Beatriz Callejo.
Esta tradición aún continuará, ya que una hermana pequeña está estudiando enología y podrá prolongar la ejemplar trayectoria que tiene esta bodega. Y con este espíritu familiar y de cooperación crearon el que es su vino mimado, la joya de la corona y sobre todo el de la añada 2004, a sabiendas de todos calificada como excelente y una de las míticas de la D.O. Ribera de Duero.
Sólo hay que ver cómo les cambia la cara a sus creadores cuando hablan de él, o para qué contar cuando lo prueban o catan contigo, se les cae la baba, y no es para menos, porque han creado un magnífico y grandioso vino que crece y evoluciona con el paso del tiempo, tanto en valor como en calidad y complejidad. En definitiva, esto es lo que buscamos los buenos aficionados al vino, poder disfrutar de un mismo vino en diferentes ocasiones e incluso pasando grandes intervalos de tiempo y que cada una de las veces, te sorprenda con nuevas tonalidades, notas y sabores diferentes.
Que suerte tuvimos los que nos apresuramos a adquirirlo en previsión de que esto ocurriera, porque prueba de esta evolución a la que hacía referencia en el párrafo anterior es el incremento de precio del 40% sobre lo que costaba hace dos años con su salida al mercado, pero sigo creyendo que es un caldo que vale lo que cuesta y todavía dará mucho que hablar, ya que está bien precedido por las dos añadas anteriores del mismo vino, que han conseguido diferentes premios a nivel internacional, destacando los 98 puntos Robert Parker obtenidos por el 2003.
De sus viñedos propios de más de cuarenta años y que se reparten en unas 100 hectáreas, seleccionan las mejores uvas de tinto fino para dar vida a su vino Félix Callejo Selección de Viñedos de la Familia 2004, que realizó la fermentación maloláctica y posterior crianza de 15 meses en barricas de roble francés.
El resultado de todos estos cuidados es un vino de color rojo picota intenso con ribete aún violáceo, que le denotan entereza y juventud, de capa muy alta, corpulento y glicérico.
En la fase olfativa aparecen notas de frutas rojas maduras como moras, frambuesas, fresas. Se encuentran también lácteos procedentes de la fermentación en barrica, además de tostados muy ligeros, balsámicos, aromas de terruño y minerales que le dan identidad propia.
Ya en boca, su entrada es amable, siendo goloso y agradable, predominando la fruta con un tanino dulce que aún se redondeará y pulirá más si cabe, con una acidez notable que le ayudará a envejecer bien, largo y sin aristas.
Sería el acompañamiento pefecto para una carne asada al horno de leña acompañada de hierbas aromáticas. Tendrá una buena evolución en los próximos 8 o 10 años.
Os recomiendo que lo probéis en buena compañía y lo disfrutéis tanto o más de lo que yo lo hice.
La bodega, además de éste, elabora los siguientes vinos: Gran Callejo, Callejo Reserva, Callejo Crianza y Callejo cuatro meses en barrica (muy recomendable este último por su inmejorable relación calidad precio que ronda los 6 €.)
Manuel de Haro Ramón
Sumiller de El Club del Gourmet de E.C.I de Castellón.
Que en tus mejores momentos siempre esté presente un buen vino
2 comentarios
Excelente artículo sobre la bodega Félix Callejo. Explicado con opiniones personales, palabras técnicas del mundo del vino, matices que hacen mas amena la lectura.
Felicitaciones al autor.
Así es Eja, Manuel es un amante de su profesión y le gusta compartirlo, es una fortuna contar con su experiencia.
Saludos